El síndrome del intestino irritable tiene un impacto significativo en la vida y las actividades del paciente. La dieta y los hábitos de vida juegan un papel muy importante en la prevención y control de los síntomas de este síndrome.
Según el Profesor Asociado, Dr. Nguyen Anh Tuan, Director Adjunto del Instituto de Cirugía Digestiva, Jefe del Departamento de Cirugía Digestiva, 108 Hospital Militar Central, para prevenir el síndrome del intestino irritable (SII), es necesario combinar muchas medidas.
Nutrición
Evite los alimentos que irritan el intestino: ciertos alimentos pueden desencadenar los síntomas del SII, como las comidas picantes, el chocolate, el café y las bebidas carbonatadas. Estos alimentos deben limitarse para reducir el riesgo de irritación intestinal.
Dieta baja en FODMAP (oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables): recomendada para personas con SII. Estos compuestos, presentes en algunas frutas, verduras y cereales, son difíciles de digerir y provocan síntomas desagradables como hinchazón, dolor abdominal y diarrea.
Aumente el consumo de alimentos ricos en fibra: la fibra ayuda a ablandar las heces y mejorar la función digestiva. Sin embargo, si tiene síntomas de SII junto con hinchazón, elija fibra soluble de frutas y verduras como manzanas, zanahorias y brócoli en lugar de fibra insoluble.
Beba suficiente agua: Beber suficiente agua ayuda a mantener una función digestiva fluida y previene el estreñimiento, uno de los síntomas comunes del síndrome del intestino irritable. Debes beber al menos 8 vasos de agua cada día.
Hábitos de vida saludables para proteger los intestinos
Los cambios de estilo de vida y hábitos son esenciales para prevenir el síndrome del intestino irritable y mantener la salud digestiva:
Comer a tiempo y despacio: comer de forma irregular puede alterar el ritmo digestivo del cuerpo. Debes mantener horarios de comida regulares, dividir tus comidas en porciones pequeñas y comer lentamente para ayudar a una mejor digestión y evitar estresar tus intestinos.
Reducir el estrés: el estrés es uno de los desencadenantes más potentes de los síntomas del SII.
Practicar técnicas para reducir el estrés, como el yoga, la meditación y las técnicas de respiración profunda, puede ayudar a mejorar la salud mental y reducir el riesgo de enfermedades.
Evite fumar y beber alcohol: el tabaco y el alcohol pueden aumentar la irritación y la inflamación en el intestino, empeorando los síntomas del SII. Dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol mejorará la salud digestiva.
Ejercicio físico
El ejercicio no sólo ayuda a controlar el peso sino que también tiene un efecto positivo en el sistema digestivo, reduciendo así el riesgo de padecer síndrome del intestino irritable.
Haga ejercicio regularmente: ejercicios suaves como caminar, nadar o hacer yoga pueden mejorar la función digestiva, reducir el estrés y promover la circulación sanguínea. El ejercicio regular de al menos 30 minutos al día ayudará a reducir los síntomas del SII.
Ejercicios para reducir el estrés: el yoga y los ejercicios de respiración ayudan a calmar el sistema nervioso y favorecen la digestión, especialmente en personas con síntomas de SII inducidos por el estrés.
Manejo en la detección de factores de riesgo
Cuando se detectan factores de riesgo como estrés, sensibilidades alimentarias o infecciones digestivas, se necesitan medidas de ajuste y tratamiento oportunas para prevenir el SII.
Sensibilidades alimentarias: si tiene síntomas de SII después de comer ciertos alimentos, es una buena idea identificarlos y eliminarlos de su dieta. Alimentos como la lactosa (presente en la leche) o el gluten (presente en la harina de trigo) son irritantes intestinales comunes.
Estrés: El estrés crónico puede aumentar la intensidad de los síntomas del SII. El uso de técnicas de manejo del estrés, como la meditación, el yoga y la participación en actividades recreativas, puede ayudar a aliviar el estrés en el sistema digestivo y prevenir los síntomas del SII.
Infecciones gastrointestinales: Las infecciones gastrointestinales pueden ser una causa del síndrome del intestino irritable. El tratamiento rápido de las infecciones intestinales y el mantenimiento de una buena higiene personal son formas importantes de prevenir las complicaciones del SII.
Chequeos regulares y seguimiento de los síntomas del SII
Los chequeos de salud regulares ayudan a detectar y controlar los síntomas del SII de forma temprana, reduciendo así el riesgo de que la enfermedad se agrave.
Controles digestivos periódicos: Las personas con síntomas de malestar digestivo deben acudir a un gastroenterólogo para evaluar su estado y ajustar su régimen de tratamiento. Esto es especialmente importante si experimenta síntomas graves como pérdida de peso inexplicable, sangre en las heces o dolor abdominal persistente.
Diario de síntomas: mantener un registro diario de sus síntomas y hábitos alimentarios puede ayudarlo a usted y a su médico a identificar los desencadenantes y ajustar su dieta o tratamiento en consecuencia.
El Dr. Tuan enfatiza que prevenir el síndrome del intestino irritable requiere una combinación de una dieta saludable, ejercicio físico y manejo del estrés. Los ajustes en el estilo de vida y los chequeos regulares pueden ayudar a proteger la salud intestinal y reducir el riesgo de desarrollar SII.
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Fuente: https://tuoitre.vn/an-uong-the-nao-de-phong-ngua-hoi-chung-ruot-kich-thich-20241125152834995.htm
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