Cuando estamos estresados, las señales del sistema nervioso entérico se interrumpen, provocando que el estómago se contraiga de forma anormal, estimulando la secreción ácida y aumentando el riesgo de reflujo y úlceras de estómago.
La presión del trabajo, el estudio, los exámenes... provoca estrés. Esta condición prolongada puede alterar el sistema inmunológico intestinal, afectando la salud digestiva. El doctor Hoang Nam (Departamento Digestivo, Hospital General Tam Anh, Hanoi) explicó que el 95% de la hormona serotonina que controla el estado de ánimo humano se encuentra en el sistema digestivo. Esta hormona es utilizada por el sistema nervioso entérico para comunicarse e interactuar con el sistema nervioso central cuando se ingieren alimentos en el cuerpo. Cuando estamos estresados, las señales del sistema nervioso – sistema entérico – se interrumpen y desordenan, causando muchos problemas digestivos, incluidas enfermedades estomacales.
Reflujo gastroesofágico
Cuando estamos estresados, el sistema nervioso central controla la contracción muscular, reduciendo la circulación sanguínea al tracto digestivo. En cambio, la sangre se concentrará en el corazón y los pulmones. Por eso el estrés suele provocar taquicardia, aumento del ritmo respiratorio, dolor en el pecho, sudoración...
La reducción repentina del volumen sanguíneo altera la motilidad gastrointestinal debido a contracciones anormales del esófago, el estómago y los intestinos. Cuando el estómago se contrae excesivamente, aumenta la secreción de ácido gástrico, incrementando el riesgo de reflujo ácido. En esta época, los pacientes suelen experimentar síntomas de acidez de estómago, eructos, reflujo ácido, ardor epigástrico, hinchazón, flatulencia, indigestión, sequedad de boca, mal aliento...
Úlcera gástrica
El estrés hace que el cuerpo produzca un exceso de hormona cortisol, lo que reduce la biosíntesis de prostaglandina, una sustancia que protege el revestimiento del estómago en un entorno ácido de jugo gástrico. En este momento, el revestimiento del estómago se daña fácilmente, lo que reduce la capacidad de producir moco y crea condiciones para que el ácido del estómago destruya la capa de tejido subyacente, causando inflamación y úlceras estomacales. La enfermedad causa dolor epigástrico, distensión abdominal, flatulencia, náuseas o vómitos.
Cuando se encuentra bajo estrés severo, el cerebro produce esteroides y adrenalina para superar esta condición. Estas hormonas pueden hacer que pierdas el apetito o que comas más de lo habitual. La alimentación irregular, como saltarse comidas o comer en horarios irregulares, aumenta los síntomas de las úlceras de estómago.
El estrés puede provocar dolor de estómago, hinchazón... Foto: Freepik
Sangrado gastrointestinal debido a úlceras gástricas y duodenales
Según el Dr. Hoang Nam, si la condición de úlceras gástricas y duodenales persiste y no se trata de manera rápida y adecuada, aumenta el riesgo de sangrado gastrointestinal, el paciente puede vomitar sangre y tener heces negras. En este momento, el paciente necesita acudir a un centro médico de inmediato para recibir un diagnóstico y tratamiento oportunos.
Algunas personas tienen el hábito de consumir alcohol o cigarrillos para aliviar el estrés. Mientras tanto, el alcohol estimula al cuerpo a liberar la hormona gastrina, provocando que el estómago secrete más ácido gástrico, empeorando la úlcera. La nicotina contenida en los cigarrillos impide el flujo sanguíneo a la mucosa gástrica, inhibe la secreción de moco y la síntesis de prostaglandinas, afectando el proceso de recuperación de la mucosa gástrica. Al mismo tiempo, la nicotina también promueve la secreción de ácido gástrico, retardando el proceso de curación de las úlceras o su recurrencia, aumentando así el riesgo de sangrado gástrico.
Para reducir el estrés y evitar el riesgo de enfermedades estomacales, el Dr. Hoang Nam aconseja a todos adaptar su rutina diaria y organizar el trabajo adecuadamente. Una vez que se determina que la causa de la enfermedad estomacal es el estrés, el médico aconsejará al paciente un régimen de tratamiento científico y apropiado.
Construya un estilo de vida científico como dejar de beber alcohol y fumar; Duerma lo suficiente todos los días para regular la actividad estomacal y aliviar el estrés. Hacer ejercicio de 15 a 30 minutos al día, al menos 5 días a la semana, ayuda a aumentar el metabolismo, regular la motilidad gastrointestinal y reducir la secreción excesiva de jugo gástrico.
Asegúrese de llevar una dieta saludable , limitando los alimentos grasosos, picantes o con alto contenido de ácido; comer a tiempo; Aumente el consumo de verduras verdes, frutas y fibra para ayudar a mejorar el sistema inmunológico intestinal y aumentar la resistencia. Debes priorizar el consumo de algunos alimentos que alivien el estrés y levanten el ánimo como el pescado, el marisco, el boniato, el brócoli, el ajo, el perejil, los frutos secos (girasol, judías verdes), las infusiones (manzanilla, té verde, té de menta, té de miel)...
El uso de técnicas de relajación como la meditación, los baños calientes y la aromaterapia también reduce el estrés y crea una sensación de relajación y confort.
El uso de medicamentos sin receta puede provocar muchos efectos secundarios, dificultando el proceso de tratamiento. Por lo tanto, si el dolor de estómago persiste, afectando el trabajo y la calidad de vida, los pacientes deben consultar a un médico antes de usarlo. En caso de estrés y los síntomas de dolor de estómago no mejoran, el paciente debe acudir a un centro médico para que un médico lo examine y lo trate.
Trinh Mai
Enlace de origen
Kommentar (0)