Mi hijo de tres años a menudo tiene infecciones de las vías respiratorias superiores. ¿Por qué la enfermedad es fácil de recaer y cómo prevenirla? (Le Huyen, Dong Nai)
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El tracto respiratorio superior incluye la nariz, la faringe, la garganta, los senos paranasales y la laringe, que son los encargados de tomar el aire del exterior, humedecerlo, calentarlo y filtrarlo antes de llevarlo a los pulmones. Debido al contacto directo con el aire y el ambiente exterior, los agentes patógenos (virus, bacterias, moho, suciedad...), estos órganos son muy susceptibles a sufrir irritaciones e infecciones cuando el tiempo cambia repentinamente o durante los cambios de estación.
Las infecciones del tracto respiratorio superior incluyen faringitis, amigdalitis, laringitis, sinusitis, infecciones del oído medio... Los niños que padecen la enfermedad presentan síntomas como fiebre, tos, fatiga, pérdida de apetito, pérdida de apetito, dolor de cabeza, ronquera y dificultad para respirar. En el caso de los bebés, los síntomas suelen ser poco claros y pueden incluir succión débil, respiración irregular, piel pálida...
La mayoría de los niños con infecciones de las vías respiratorias superiores que reciben el tratamiento adecuado se recuperarán en unos 5 a 7 días. Sin embargo, la enfermedad puede reaparecer debido a agentes como el virus de la gripe, adenovirus, rinovirus, estreptococo hemolítico del grupo A, neumococo, estafilococo, hongo cándida... que crecen en el ambiente. Además, el sistema inmunológico de los niños es débil, por lo que la capacidad para combatir las enfermedades es pobre.
En promedio, los niños menores de 5 años corren el riesgo de padecer estas enfermedades entre 4 y 6 veces al año. Los bebés y los niños pequeños pueden enfermarse entre 6 y 10 veces al año. Las enfermedades recurrentes ponen a los niños en riesgo de tener un desarrollo físico y mental lento.
Los niños a menudo tienen infecciones del tracto respiratorio superior cuando cambia el clima. Foto: Freepik
Para prevenir enfermedades, los niños deben limpiarse la nariz y la garganta diariamente con solución salina. Los padres deben evitar que los niños se resfríen y no comer ni beber nada demasiado frío. Mantenga el ambiente de vida aireado, sin humo de cigarrillo, sin polvo ni moho...
Los niños deben ser vacunados completamente para reforzar la resistencia respiratoria como tos ferina – difteria – tétanos, vacuna neumocócica… cuando alcancen la edad indicada. Los niños de 6 meses de edad y mayores deben recibir una vacuna contra la gripe y una dosis de refuerzo todos los años.
Cuando los niños muestran síntomas de enfermedad, los padres deben llevarlos a un centro médico para que los examinen y les brinden tratamiento. Los padres no deben administrar medicamentos a sus hijos por su cuenta. La detección y el tratamiento adecuados de la enfermedad pueden evitar que los virus y las bacterias penetren profundamente en los órganos del tracto respiratorio inferior, reduciendo el riesgo de complicaciones peligrosas.
Profesor asociado, Dr. Vu Huy Tru
Jefe del Departamento de Pediatría, Hospital General Tam Anh, Ciudad Ho Chi Minh
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