Riñón izquierdo lleno de piedras
El Sr. NAT (26 años, residente en Dong Nai) trabaja en un supermercado de electrónica en la ciudad de Ho Chi Minh. Además de su horario laboral oficial, a menudo trabaja horas extras por la noche para transportar y controlar las mercancías importadas/exportadas del supermercado. Debido a su apretada agenda de trabajo, estaba acostumbrado a comer fuera "para terminar la comida" y a beber poca agua, aguantando la orina durante las horas de trabajo y orinando solo cuando le dolía el estómago o se sentía tenso.
Al transportar productos del supermercado, el Sr. T. a menudo sentía un dolor sordo en la cadera inferior izquierda y veía sangre en la orina. Sin embargo, cuando se sentaba en un lugar trabajando o caminaba ligeramente, no había dolor ni sangre en la orina, por lo que pensó que se debía a los efectos de la apendicectomía de hace 10 años, por lo que fue al hospital para un chequeo.
El doctor Hoan dijo que los resultados de la tomografía computarizada (TC) mostraron que el Sr. T. tenía muchos cálculos de distintos tamaños en la pelvis renal izquierda. Además, el aumento de la concentración de glóbulos blancos en la orina es un signo de infección del tracto urinario, pero el paciente no tiene fiebre ni escalofríos.
Se sabe que el paciente tiene antecedentes de apendicectomía, cálculo renal y uréter derecho (conducto que lleva la orina del riñón a la vejiga). Durante este examen, debido a la gran cantidad de cálculos, los médicos ordenaron una cirugía abierta.
Los médicos hicieron una incisión diagonal de 15 cm en la cadera izquierda, diseccionaron cuidadosamente y accedieron al riñón izquierdo del paciente. Después de 150 minutos, el equipo quirúrgico eliminó todos los cálculos del riñón izquierdo del paciente.
Según la observación, la piedra más grande es una piedra de coral ramificada, de 5 cm de tamaño (el tamaño de un huevo de gallina). Unas 5-6 piedras de aproximadamente 1 cm de tamaño y cientos de piedras más pequeñas de distintos tamaños y formas. Tres días después de la cirugía, el Sr. T. se recuperó, comió, caminó normalmente y solo tuvo un ligero dolor en el sitio quirúrgico.
Qué hacer para prevenir los cálculos renales
Se sabe que hace 3 años fue “operado” para tratar cálculos en el riñón derecho mediante nefrolitotomía percutánea. Por eso, al señor T. no le sorprendió saber que también tenía cálculos en el riñón izquierdo, pero sí le sorprendió el gran número. “Los cálculos renales son una enfermedad común en mi familia. En la familia, además de mí, mi madre, tías, tíos y primos también tienen cálculos renales”, señaló. Su médico le recomendó beber mucha agua para evitar la reaparición de cálculos renales.
Según los médicos, los cálculos urinarios en general y los cálculos renales en particular son hereditarios. Las personas con cálculos tienen mayor probabilidad de tener parientes consanguíneos con cálculos.
Un estudio realizado por científicos estadounidenses sobre 8.870 gemelos descubrió que la posibilidad de heredar cálculos renales es de hasta el 56%. Otro estudio en el Reino Unido mostró que el 35% de las personas con cálculos renales debido a hipercalciuria tienen una causa genética en su familia. Además de la genética, los hábitos alimentarios también son causas comunes de formación de cálculos.
Los médicos recomiendan beber mucha agua (2-3 litros al día) y comer alimentos menos salados; reducir las grasas, las proteínas animales, los alimentos ricos en oxalato (rábano blanco, boniato, espinacas...); Limite las bebidas carbonatadas, el alcohol, etc.
Para las personas propensas a formar cálculos o tienen familiares con antecedentes de tratamiento de cálculos, es necesario realizar un chequeo de salud periódico cada 12 meses para detectar y tratar los cálculos de forma temprana cuando aún son pequeños.
Cuando hay signos de dolor lumbar severo, especialmente al hacer ejercicio vigorosamente, sangre en la orina, dolor al orinar, micción frecuente... es necesario acudir al hospital para un examen y tratamiento oportuno.
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