Los cálculos renales son una enfermedad común en la época actual. Una cosa especial es que el número de casos de cálculos renales tiende a aumentar drásticamente en la temporada de frío.
Las causas de los cálculos renales aumentan con el clima frío
Según Amit Kumar, especialista en riñones del Hospital Internacional SHALBY Sanar (India), en los días fríos la gente tiende a ser menos activa físicamente. Esto no sólo ralentiza la digestión sino que también afecta los movimientos intestinales, aumentando el riesgo de formación de cálculos renales.
Al mismo tiempo, la reducción de los niveles de actividad puede provocar cambios en el flujo de orina, lo cual es importante para prevenir la formación de cálculos.
La deshidratación es común en invierno porque la gente bebe menos agua. Esto hace que la orina esté más concentrada, creando un ambiente ideal para la formación de cálculos renales.
El consumo excesivo de alimentos elaborados con frutos secos, cacahuetes, espinacas, carne, queso y productos lácteos puede aumentar el riesgo de formación de cálculos. Estos alimentos suelen ser ricos en oxalatos y proteínas, que pueden formar cálculos renales. La combinación de estos factores en condiciones de orina concentrada aumenta la probabilidad de cristalización mineral dentro del riñón.
El consumo excesivo de alimentos elaborados con nueces, maní, espinacas, carne, queso y productos lácteos puede aumentar el riesgo de formar cálculos renales.
Síntomas de cálculos renales
Los cálculos renales a menudo se presentan con una variedad de síntomas, que incluyen dolor agudo en la espalda, las caderas y la ingle, náuseas, vómitos y orina roja o marrón debido a la sangre. Algunos casos también causan obstrucción del flujo de orina o dolor al orinar.
Los anteriores son signos de advertencia de cálculos renales que deben tratarse rápidamente para evitar complicaciones graves.
Cómo prevenir los cálculos renales
Una de las formas más sencillas de reducir el riesgo de formar cálculos renales es mantenerse hidratado.
Se debe beber de 2 a 3 litros de agua al día para ayudar a diluir la orina y reducir el riesgo de cristalización de minerales.
Mantener una dieta equilibrada también es importante. Limitar la ingesta de alimentos ricos en oxalato, como las espinacas, y reducir la ingesta de proteínas animales puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir cálculos renales.
Además, la actividad física regular no sólo mejora la digestión sino que también mantiene un flujo de orina saludable, previniendo la acumulación de minerales en los riñones.
La obesidad se considera un factor de alto riesgo para los cálculos renales, por lo que mantener un peso saludable es esencial.
Aunque el calcio es esencial para la salud de los huesos, su consumo excesivo a través de medicamentos o suplementos puede aumentar el riesgo de cálculos renales.
Fuente: https://thanhnien.vn/tai-sao-benh-soi-than-tang-dot-bien-vao-mua-lanh-185250108104142585.htm
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