El INSEE, una agencia de investigación dependiente del Ministerio de Finanzas y Economía de Francia, dijo en su informe censal anual que Francia registró 678.000 nacimientos el año pasado, un 7% menos que en 2022 y un 20% menos que el pico alcanzado en 2020.
La tasa de natalidad de Francia está en su nivel más bajo desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Foto: AFP
Durante décadas, Francia se ha distinguido de otros países europeos al evitar el descenso de la natalidad observado en Alemania, Italia y España.
Los demógrafos han atribuido tradicionalmente esto a los generosos sistemas de salud y cuidado infantil de Francia, así como a las exenciones fiscales y otros beneficios por tener hijos, especialmente tres o más.
Esto ha ayudado a mitigar el impacto del envejecimiento de la población y al mismo tiempo ha contribuido a las perspectivas de crecimiento a largo plazo del país, aumentando la productividad y la participación en la fuerza laboral.
«Francia sólo será más fuerte si recupera su tasa de natalidad», afirmó Macron en una conferencia de prensa. “El nuevo plan de licencia parental mejor remunerado permitirá que ambos padres estén con sus hijos durante seis meses si lo desean”, añadió.
Además de la licencia de maternidad básica, los padres en Francia ahora pueden tomar una licencia adicional de hasta un año, renovable dos veces.
El INSEE afirmó que el número medio de hijos por madre cayó el año pasado a un mínimo de tres décadas de 1,68 desde 1,79 en 2022. En 2021, Francia tuvo la tasa de natalidad más alta de la Unión Europea junto con la República Checa, con 1,83.
La cifra de 2023 no sólo es inferior al nivel de 2,2 que generalmente se considera necesario para mantener los niveles de población en los países desarrollados, sino también inferior a la estimación de 1,8 nacimientos que sirve de base a la controvertida reforma de las pensiones de 2023.
Esto podría significar que si las tasas de natalidad se mantienen en los niveles de 2023, la reforma no reducirá el déficit de pensiones como estaba previsto.
Sin embargo, la tasa de natalidad podría recuperarse en los próximos años a medida que los nacidos entre 2000 y 2010 comiencen a tener hijos, según los investigadores del INSEE.
En una encuesta de Opinionway a 11.000 personas, dos tercios de las personas sin hijos dijeron que querían tener hijos, mientras que uno de cada cinco padres dijo que quería tener más hijos.
Las razones más comunes que dan las personas para no tener más hijos son las preocupaciones por las perspectivas económicas, sociales y climáticas. Alrededor del 28% piensa que criar a los hijos cuesta demasiado.
Las crisis sucesivas provocadas por la pandemia de COVID-19, los altos precios de la energía y una inflación récord han afectado gravemente a los hogares franceses, según una encuesta mensual del INSEE.
Mai Anh (según Reuters)
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