Comenzar el día con una ducha fría de 30 segundos puede ayudar a estimular la circulación sanguínea, mejorar el sistema inmunológico e incluso hacerte sentir más feliz.
A pocas personas les gusta levantarse de la cama por la mañana. Si no fuera por las responsabilidades laborales, el cuidado de los niños o las tareas del hogar, muchas personas optarían por acurrucarse en la cama el mayor tiempo posible. Agregar una ducha fría de 30 segundos a su rutina puede ayudarle a cambiar sus hábitos de levantarse tarde y ponerlo de mejor humor para comenzar el día.
Según los expertos en salud del Reino Unido, el hábito de tomar una ducha fría cada mañana es barato, fácil de hacer, mejora la circulación sanguínea y el sistema inmunológico y reduce el riesgo de contraer un resfriado. Esta es una forma sencilla de mejorar tu salud cada día.
Por lo tanto, las personas deben seguir lavándose el cabello y bañarse con agua a temperatura normal. Antes de terminar, cambia a agua fría durante los últimos 30 segundos. Si quieres desafiarte y disfrutar de más beneficios, puedes intentar tomar un baño de hielo en el jardín. Esto implica meterse en una tina o recipiente con hielo y agua fría y permanecer allí durante 30 segundos. Se ha demostrado que este método mejora la tasa metabólica y reduce la inflamación, aumentando los beneficios para los sistemas inmunológico y circulatorio.
Un estudio de 2022 descubrió que la exposición al agua fría beneficia al sistema inmunológico al mejorar la capacidad de una persona para soportar el estrés y ayudar a reducir el riesgo de infección. Otro estudio de ese mismo año descubrió que la práctica también puede mejorar la sensibilidad a la insulina e incluso la salud mental.
Sin embargo, esto también tiene riesgos, porque el agua fría somete al cuerpo a estrés. Esto puede ayudar a reforzar el sistema inmunológico, pero también puede causar alteraciones del ritmo cardíaco, hipotermia (que ocurre cuando la temperatura corporal se vuelve demasiado fría) y shock de agua fría, una respuesta automática en la que aumenta la frecuencia cardíaca y se pierde el control de la respiración.
Por lo tanto, las personas deben aumentar sus sesiones de entrenamiento gradualmente para ayudar al cuerpo a adaptarse al frío y reducir el riesgo de choque frío. Muchos riesgos pueden aplicarse a personas con problemas de salud subyacentes, como problemas cardíacos o asma. Si le preocupa cómo la terapia con agua fría podría afectarle, hable con su médico antes de probarla. Recuerde que la terapia con agua fría no es adecuada para todos.
Thanh Thuy (según el Mirror)
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