En un artículo en The Conversation , el Dr. Yossi Rathner, fisiólogo de la Universidad de Melbourne (Australia), dijo que en verano, en lugar de bañarse en agua fría, las personas deberían bañarse en agua tibia para ayudar al cuerpo a enfriarse de manera segura y efectiva.
En verano, la gente debería tomar baños tibios para ayudar al cuerpo a refrescarse de forma segura y efectiva.
Más específicamente, el Dr. Rathner explica que nuestros cerebros son más sensibles a los cambios en la temperatura de la piel que el resto de nuestro cuerpo. Al utilizar agua fría para bañarse, el flujo sanguíneo a través de la piel disminuirá, provocando que la temperatura en la superficie de la piel también disminuya, haciéndonos pensar que el cuerpo se ha enfriado.
Sin embargo, esto es sólo un sentimiento temporal. Tomar una ducha fría hace que fluya menos sangre a través de la piel, por lo que el cuerpo retiene más calor internamente, lo que lleva a un aumento no deseado de la temperatura.
"Unos minutos después de una ducha fría, solemos sentir calor. Esta sensación de calor ayuda a aumentar el flujo sanguíneo a la piel, lo que acelera el proceso de pérdida de calor corporal", explicó el Dr. Rathner.
La experta también recomienda que la mejor manera de refrescarse en verano es bañarse en agua tibia (temperatura del agua alrededor de 33⁰C) en lugar de agua fría (temperatura del agua por debajo de 25⁰C). El agua tibia ayudará a abrir los poros, ayudará al cuerpo a relajarse y liberar bien el calor.
Según el Dr. Rathner, al principio, tomar un baño tibio no resultará tan fresco como un baño frío, pero después de unos minutos, se sentirá más cómodo. Esta sensación también dura más que cuando te duchas con agua fría.
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