Japón se prepara para enviar energía solar desde el espacio a la Tierra el próximo año, en forma de microondas.
Simulación del sistema de generación de energía solar en el espacio. Foto: AFRL
Japón se prepara para enviar energía solar desde el espacio a la Tierra el año que viene, dos años después de que ingenieros estadounidenses lograran una hazaña similar. El desarrollo marca un paso importante hacia una central solar espacial que podría ayudar al mundo a reducir los combustibles fósiles en medio de la lucha contra el cambio climático, informó Space el 19 de abril.
Hablando en la Conferencia Internacional de Energía Espacial esta semana, Koichi Ijichi, asesor del instituto de investigación de Sistemas Espaciales de Japón, describió una hoja de ruta para probar pequeñas plantas de energía solar en el espacio, transmitiendo energía de forma inalámbrica desde la órbita baja a la Tierra. Según él, será un satélite pequeño, de unos 180 kg, que transmitirá aproximadamente un kilovatio de electricidad desde una altitud de 400 km. Un kilovatio equivale a la cantidad de electricidad necesaria para hacer funcionar un electrodoméstico, como un lavavajillas pequeño, durante aproximadamente una hora, dependiendo del tamaño. Por lo tanto, este experimento aún no está a una escala adecuada para su uso comercial.
La nave espacial utilizará un panel solar de 2 metros cuadrados para cargar su paquete de baterías. La energía acumulada luego se convierte en microondas y se transmite a una antena receptora en la Tierra. Debido a que la nave espacial se mueve tan rápido, aproximadamente 28.000 km/h, las antenas deben estar distribuidas a lo largo de 40 km, con una separación de 5 km entre cada antena, para poder transmitir suficiente energía. Según Ijichi, la transmisión solo tarda unos minutos, pero cuando la batería se agota, se necesitan varios días para cargarla por completo.
La misión, parte del proyecto OHISAMA (que significa Sol en japonés), está programada para lanzarse en 2025. Los investigadores han probado la transmisión inalámbrica de energía solar en la Tierra desde una fuente estacionaria. Planean realizar lanzamientos aéreos en diciembre de este año. El avión estará equipado con baterías solares similares a las utilizadas en las naves espaciales y transmitirá electricidad a una distancia de 5 a 7 kilómetros.
La idea de generar energía solar en el espacio fue descrita por primera vez en 1968 por el ex ingeniero del Apolo Peter Glaser. A diferencia de la mayoría de las tecnologías de energía renovable en la Tierra, la energía solar espacial está disponible constantemente porque es independiente del clima y la hora del día. Hoy en día, se utilizan centrales nucleares y centrales térmicas que utilizan carbón o gas natural para satisfacer la demanda cuando el viento deja de soplar o se pone el sol. Los recientes avances tecnológicos pueden ayudar a resolver parte del problema en el futuro. Pero los investigadores aún tienen que descubrir cómo garantizar un suministro eléctrico continuo y libre de carbono para mediados del siglo XXI.
El desarrollo de la tecnología de automatización y la transmisión inalámbrica de energía, especialmente la llegada del cohete gigante Starship, podrían hacer que la energía solar en el espacio sea una realidad. El año pasado, un satélite construido por ingenieros de Caltech en la misión Space Solar Power Demonstrator transmitió energía solar desde el espacio por primera vez. La misión finaliza en enero de 2024. Sin embargo, según un informe de la NASA, la energía necesaria para construir, lanzar y ensamblar la central orbital hace que la electricidad que produce la instalación sea demasiado cara, más de 12 veces mayor que la energía eólica y solar en la Tierra.
An Khang (Según el espacio )
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