Por tanto, beber café puede ayudar a protegerse contra la enfermedad de Parkinson, una enfermedad temida en la vejez.
El estudio internacional recogió datos de 184.024 personas, que fueron seguidas durante un promedio de 13 años.
Las personas que beben mucho café tienen un riesgo 40% menor de desarrollar la enfermedad de Parkinson que las personas que no beben café.
Los resultados encontraron que los consumidores de café tenían un riesgo menor de padecer enfermedad de Parkinson que los no bebedores de café.
Después de medir los niveles sanguíneos de los principales metabolitos de la cafeína, paraxantina y teofilina, en personas con enfermedad de Parkinson, los autores descubrieron que existía un vínculo entre el consumo de café y el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson.
En concreto, las personas que beben mucho café tienen un riesgo 40% menor de padecer Parkinson que las personas que no beben café, según la revista Science Alert.
Entre quienes bebieron café, la reducción del riesgo varió entre el 5 y el 63%, dependiendo del país.
El estudio, uno de los más grandes del mundo en 20 años, demostró una asociación inversa entre el consumo de café con cafeína y el riesgo de enfermedad de Parkinson, escribieron los investigadores.
Este no es el primer estudio que analiza los efectos del café en la enfermedad de Parkinson, pero profundiza más que otros al analizar los biomarcadores del consumo de cafeína años antes de que se diagnostique el Parkinson.
La enfermedad de Parkinson es una enfermedad temida en la vejez.
Los investigadores explican que parece que la cafeína y sus componentes tienen propiedades protectoras del cerebro.
Estudios anteriores han demostrado que la razón por la que el café obra este milagro es porque la cafeína activa la secreción de la dopamina, la "hormona de la felicidad", en el cerebro. La enfermedad de Parkinson se caracteriza por una disminución de la dopamina, debido a la pérdida de neuronas en la materia gris.
Esclarecer los efectos de la cafeína en la enfermedad de Parkinson no sólo es de importancia para la salud pública, sino que también aumenta la comprensión de la etiología de la enfermedad de Parkinson y promueve posibles estrategias de prevención.
Según la Clínica Mayo (EE.UU.) lo mejor es beber unas 4 tazas de café al día, no más de 4 tazas como máximo.
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Fuente: https://thanhnien.vn/them-tin-vui-tuyet-voi-cho-nguoi-yeu-thich-ca-phe-185240527185319929.htm
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