Fragmentos de lápiz flotando en el espacio, las minas de lápiz pueden romperse y representar un peligro para los astronautas y el equipo en entornos de gravedad cero.
La astronauta de la NASA Pamela Melroy revisa una lista de procedimientos en el transbordador espacial Atlantis con un bolígrafo en 2002. Foto: NASA
En la década de 1960, cuando los humanos abandonaron por primera vez la superficie de la Tierra y entraron en el entorno de microgravedad del espacio, descubrieron rápidamente que los bolígrafos diseñados para la gravedad terrestre eran ineficaces.
Según se informa, la NASA gastó millones de dólares en desarrollar un bolígrafo que puede funcionar en microgravedad. Sin embargo, se dice que los cosmonautas soviéticos resolvieron el problema utilizando únicamente lápices. Esta historia se convirtió en una anécdota interesante que circuló durante décadas. Sin embargo, la mayor parte de la historia no es cierta, informó Science Alert el 9 de junio.
Al principio, tanto los astronautas soviéticos como los estadounidenses utilizaban lápices en el espacio. La NASA gastó algo de dinero en investigar bolígrafos para su uso en el espacio, pero pronto descartó el proyecto cuando quedó claro que los costos se dispararían.
La empresa privada Fisher Pen ha financiado el desarrollo de un nuevo bolígrafo llamado Fisher Space. A finales de la década de 1960, después de que se introdujera en el mercado el bolígrafo Fisher Space, tanto los astronautas soviéticos como los estadounidenses utilizaban este tipo de bolígrafo cuando necesitaban escribir en microgravedad.
Entonces ¿por qué los astronautas no usan lápices? La razón es que no quieren virutas de lápiz flotando en el espacio. Las minas de lápiz pueden romperse y ser peligrosas. Además, tampoco quieren que en la nave espacial haya virutas de madera inflamables flotando o pequeñas partículas de grafito conductor cayendo de los lápices al escribir.
Cualquier pequeña partícula que pueda quedar atrapada en maquinaria sofisticada es un peligro en el espacio. Los incendios también son un problema importante en las naves espaciales y la NASA no toma este asunto a la ligera, especialmente después del incendio que mató a los tres miembros de la tripulación de la misión Apolo 1 en 1967.
Los bolígrafos también eran un peligro en aquella época. El primer bolígrafo que tuvo éxito comercial se presentó en 1945 y tenía frecuentes fugas, según Paul C. Fisher, fundador de Fisher Pen Company. Las gotas de tinta flotando tampoco son algo que los astronautas quieran ver en una nave espacial.
El astronauta R. Walter Cunningham en la misión Apolo 7 usando un bolígrafo Fisher en 1968. Foto: NASA
Los astronautas del Apolo utilizaron rotuladores fabricados por la empresa Duro Pen. De hecho, los rotuladores incluso salvaron la misión Apolo 11 cuando se rompió un interruptor crítico. El astronauta Buzz Aldrin insertó el núcleo del bolígrafo en el agujero que había dejado, permitiendo que el módulo de la nave espacial despegara de la Luna. Sin embargo, también adoptaron bolígrafos después de que Paul C. Fisher, junto con Friedrich Schächter y Erwin Rath, perfeccionaran el bolígrafo espacial, presentando la primera patente en 1965.
Los científicos agregaron plástico a la tinta para evitar fugas. Además, el nuevo bolígrafo utiliza un cartucho presurizado y puede funcionar en muchas condiciones en las que los bolígrafos convencionales tendrían dificultades: grandes fluctuaciones de temperatura, escribir al revés o escribir sobre superficies grasosas.
Fisher propuso vender a la NASA un nuevo tipo de bolígrafo. Después de rigurosas pruebas, la NASA decidió comprarlos para las misiones Apolo. Finalmente, el bolígrafo Fisher Space debutó en el Apolo 7 en 1968.
Los bolígrafos Fisher Space todavía se utilizan hoy en día, pero ahora los astronautas en la Estación Espacial Internacional (ISS) tienen más opciones. Se les proporcionaron lápices y bolígrafos Sharpie de varios colores, pero portaminas mecánicas en lugar de las versiones con estuche de madera.
"Las tripulaciones suelen utilizar lápices mecánicos para anotar los valores numéricos necesarios para realizar los procedimientos a bordo (tiempos de encendido, configuraciones de motores, etc.). La capacidad de borrar mientras se realizan los procedimientos es una gran ventaja, especialmente cuando la situación cambia, lo que suele suceder", explicó el astronauta de la NASA Clayton Anderson.
Los cables aún pueden romperse, pero los avances tecnológicos significan que el sistema de filtración de la ISS es bastante efectivo para eliminar desechos peligrosos.
Thu Thao (según Science Alert )
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