Los estudios muestran que la gravedad de los trastornos relacionados con el calor tiende a aumentar con la edad. Por ejemplo, a la misma temperatura, una persona de 18 años puede sufrir únicamente calambres por calor, una persona de 40 años puede sufrir agotamiento por calor, pero una persona de más de 60 años puede sufrir un golpe de calor.
Algunas personas deben tener cuidado cuando hace demasiado calor, como: Los ancianos (mayores de 65 años) y los niños; personas con enfermedades crónicas, especialmente aquellas con enfermedades cardíacas o presión arterial alta, o personas que toman ciertos medicamentos como los que se usan para la depresión, el insomnio o la circulación sanguínea, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
¿Quién debería tener cautela?
Las personas con epilepsia, enfermedades cardíacas, renales o hepáticas que necesitan limitar su ingesta de líquidos o tienen dificultad para retenerlos deben consultar a su médico antes de aumentar su ingesta de líquidos.
Las personas con una dieta restringida en sal, como aquellas con enfermedad renal, enfermedad cardíaca, presión arterial alta o diabetes, deben consultar a su médico antes de aumentar su consumo de sal o beber bebidas deportivas, según los CDC.
Cómo prevenir las enfermedades relacionadas con el calor
Manténgase fresco. En lugares con aire acondicionado, ajuste la temperatura adecuadamente. Los ventiladores pueden refrescarte, pero cuando las temperaturas superan los 90 grados Fahrenheit, no evitarán enfermedades relacionadas con el calor, según los CDC de EE. UU.
Tenga cuidado al trabajar al aire libre. Intente realizar actividades al aire libre durante las horas más frescas, como la mañana y la tarde.
Movilidad reducida. Reducir el ejercicio cuando hace calor. Si el esfuerzo en el calor hace que su corazón lata con fuerza y le resulte difícil respirar, detenga toda actividad. Vaya a un lugar fresco o con sombra y descanse, especialmente si se siente mareado, confundido, débil o mareado.
Cúbrete al salir. Las quemaduras solares afectan la capacidad del cuerpo para enfriarse y pueden provocar deshidratación. Cuando salga al aire libre, use ropa liviana y de colores claros, un sombrero de ala ancha, gafas de sol y protector solar.
Limite los alimentos que producen calor. La proteína aumenta la producción de calor metabólico y aumenta la pérdida de agua.
Retener agua . Bebe mucha agua, no esperes a tener sed para beber. Evite los refrescos y el alcohol. Evite también las bebidas demasiado frías ya que pueden provocar calambres estomacales. Las bebidas deportivas pueden reemplazar las sales y minerales perdidos a través del sudor.
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