Comer una manzana antes de una comida ayuda a perder peso de manera efectiva. (Fuente: The Times of India) |
Antes del desayuno
Comer una manzana en ayunas por la mañana ayuda a despertar el cuerpo y mejorar la digestión. Cuando te despiertas por primera vez, tus órganos se activan y tu cuerpo está deshidratado después de una larga noche.
El agua y la fibra de las manzanas ayudan a despertar el tracto digestivo, acelerar el metabolismo y la absorción de nutrientes, haciendo que el cuerpo esté más alerta y saludable.
Comer una manzana antes del desayuno también ayuda a aumentar la sensación de saciedad, limitando el consumo excesivo de alimentos a lo largo del día.
Antes de la comida
Comer una manzana antes de una comida puede llenar tu estómago, reducir tu apetito y ayudarte a comer menos durante la comida principal.
La fibra de las manzanas aumenta la sensación de saciedad, por lo que incluso reduciendo calorías, no sentirás hambre ni antojos de bocadillos, con lo que perderás peso de manera más efectiva.
Dos horas después de la comida principal
Comer manzanas como refrigerio dos horas después de una comida principal puede acelerar el metabolismo, promover la conversión de alimentos en energía y prevenir la acumulación excesiva de grasa.
El alto contenido de agua en las manzanas ayuda a acelerar la circulación dentro del cuerpo, reduciendo la carga en el tracto digestivo, lo que es beneficioso para la pérdida de peso.
Antes o después del ejercicio
Las manzanas son una buena opción de fruta tanto para las comidas previas como posteriores al entrenamiento. 100 gramos de manzanas contienen casi 136 mg de flavonoides, 4 mg de quercetina (manzanas sin pelar), que pueden aumentar la resistencia durante el ejercicio. Después del ejercicio, los flavonoides acelerarán el proceso de recuperación.
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