50 años de reunificación nacional: el gran sueño del tío Ho

Tanques del Ejército de Liberación ingresando al Palacio de la Independencia, al mediodía del 30 de abril de 1975. La Revolución vietnamita completó con éxito el objetivo de liberar el Sur y unificar el país. Foto: Tran Mai Huong/VNA

En ocasión del aniversario 50 de la reunificación de la patria, en entrevista con la VNA en La Habana, el corresponsal de guerra cubano Luis Arce, quien tuvo el honor de presenciar los primeros momentos de aquella gloriosa victoria, afirmó que este es uno de los hitos importantes de la historia contemporánea.

Destacó que esta victoria tiene una importancia más allá del espacio y el tiempo, porque el 30 de abril de 1975 el pueblo vietnamita demostró claramente que los imperios, por muy bien armados que estén, por muy avanzada su tecnología militar y por fuerte su influencia internacional, no pueden derrotar a una nación patriótica.

Según Luis Arce, esa victoria, es decir, la victoria militar de un pueblo mayoritariamente campesino, contrastaba con la derrota del imperio más poderoso del mundo porque no sólo se quebró la arrogancia del imperio, sino que también ganó la historia y la cultura de un pueblo al que nada ni nadie pudo someter.

El periodista Luis Arce expresó: «Me alegra mucho hablar de una hazaña gloriosa que tuvo lugar hace 50 años y que perdurará para siempre, que es la causa de la reunificación nacional, el gran sueño del presidente Ho Chi Minh. Aunque no lo presenció con sus propios ojos para disfrutar de ese gran momento, sabemos que siempre tuvo la certeza, hasta el último minuto de su vida, de que esto se haría realidad gracias a la valentía del pueblo vietnamita y a la larga cultura que ha creado esta nación multiétnica».

El señor Luis Arce compartió el gran honor de presenciar parte de esa unificación, y por ello agradece mucho la entrevista de VNA así como el interés de un testigo no vietnamita de relatar esos días gloriosos y lo que ha marcado para siempre su vida.

El Sr. Luis Arce enfatizó que: «El pensamiento político y estratégico del presidente Ho Chi Minh fue integral y poseyó una visión extraordinaria que solo grandes hombres como él podían tener. Vio el presente desde muy temprano, cuando declaró que el pueblo derrotaría a los invasores extranjeros y construiría un país diez veces más hermoso».

Según el señor Luis Arce, aunque sus palabras estaban llenas de romanticismo revolucionario y de amor a la patria, trascendían esos sentimientos porque expresaban una firme determinación de vencer y lograr la unidad nacional.

Estuve allí para presenciar el momento en que familiares que no se habían visto en persona durante dos, tres o incluso cuatro décadas lloraron de alegría. Fueron momentos de una emoción indescriptible, que rompieron con todos los estereotipos y demostraron que Vietnam es una nación única e indivisible, como afirmó el tío Ho, contrariamente a las falsas afirmaciones de la prensa estadounidense de entonces, que Vietnam estaba formado por dos naciones diferentes, dijo Luis Arce.

Según el periodista Luis Arce, la unidad nacional fue la clave de la victoria hace medio siglo y lo sigue siendo en las nuevas batallas desde aquel histórico 30 de abril, pero esta vez para lograr un desarrollo socioeconómico impresionante, con la construcción de una moderna base industrial, científica y técnica, que coloque a Vietnam a nivel internacional, a la vanguardia en el bienestar social y en la satisfacción de las necesidades materiales y espirituales del pueblo.

El periodista Luis Arce afirmó que la guerra, especialmente las de agresión como la de Vietnam, no sólo dejan heridas abiertas difíciles de sanar sino también muchas lecciones que nos ayudan a ver la nueva era desde otra perspectiva. Vietnam ha estado en una nueva era durante medio siglo y en tan corto tiempo, en términos de tiempo, Vietnam ha logrado victorias económicas e institucionales en todos los campos del conocimiento y la innovación aplicando lo que algunos teóricos llaman la historicización del tiempo. Es decir, el país, el pueblo, los dirigentes, los sujetos activos de todos los procesos sociales, no se desvían del camino de los principios de larga data que crean el "sentimiento nacional".

En la nueva era, la imagen icónica de Vietnam ya no es la de las mujeres con pantalones de seda negros, Ao Ba Ba, usando sombreros cónicos que revelan su cabello negro, o los niños montados en el lomo de búfalos, los soldados con rifles en sus hombros, los pies descalzos plantados en suelo sagrado con sandalias de goma que el presidente Ho Chi Minh honró como parte de la identidad nacional. Pero esas imágenes y atributos aún se conservan en el alma y en el corazón, conformando el pueblo vietnamita, tal como fue y será siempre el tío Ho Nguyen Ai Quoc (Patriota).

La histórica victoria del 30 de abril de 1975 dejó muchas lecciones valiosas, entre ellas el espíritu de autosuficiencia, de superación personal y de lucha constante en todas las circunstancias difíciles. El periodista Luis Arce afirmó que, en el actual contexto de integración global, Vietnam es un ejemplo a seguir en cuanto a la capacidad de lograr la integración global, porque lo ha hecho en un tiempo récord después de una larga guerra que dañó severamente sus fuerzas productivas. Vietnam ha aprovechado los factores de paz para superar el estancamiento económico y ascender a la cima de la pirámide de la felicidad personal y la satisfacción de las necesidades básicas.

El periodista Luis Arce enfatizó que Vietnam y su pueblo tienen el prestigio y el espíritu para resurgir de las cenizas de la guerra como un “fénix”, para decirle al mundo que la integración global es el camino al desarrollo, que la competencia económica no es agresión sino una herramienta de cooperación para asegurar la paz global y el bienestar de la humanidad.

Fuente: https://baotintuc.vn/thoi-su/50-nam-thong-nhat-dat-nuoc-uoc-mo-lon-cua-bac-ho-20250411195646354.htm