Unificar la gestión de la educación vocacional bajo el Ministerio de Educación y Formación bajo la dirección del Partido y el Gobierno es una solución estratégica que no sólo ayuda a racionalizar el aparato de gestión sino que también aumenta la eficiencia en el desarrollo y la implementación de políticas educativas.
Estudiantes y padres escuchan consejos en el Día de Asesoramiento sobre Admisiones a Universidades y Colegios de 2024 - Foto: DUYEN PHAN
La opinión pública apoya firmemente esta política, con la esperanza de que ayude a eliminar uno de los cuellos de botella institucionales en la educación y la formación, cree una conexión más estrecha entre todos los niveles de educación, desde la educación general hasta la universidad y la educación vocacional, y ayude a agilizar y conectar de manera más efectiva gracias al liderazgo unificado del Ministerio de Educación y Formación.
Dr. Hoang Ngoc Vinh
Consecuencias de los cuellos de botella
La separación de la gestión entre el Ministerio de Educación y Capacitación y el Ministerio de Trabajo, Inválidos y Asuntos Sociales (MOLISA) es una de las principales barreras para el desarrollo de recursos humanos de alta calidad en Vietnam.
Mientras que el Ministerio de Educación y Formación es responsable de la educación general y universitaria, el Ministerio de Trabajo, Inválidos y Asuntos Sociales gestiona la educación vocacional. Esta división genera una falta de cohesión en el sistema de gestión, lo que dificulta la coordinación en la implementación de las políticas de formación, especialmente en el proceso de escolarización de los estudiantes después de la secundaria.
Las escuelas generales a menudo carecen de profesores e instalaciones para enseñar habilidades vocacionales, mientras que las escuelas vocacionales, aunque calificadas, no logran atraer estudiantes debido a la falta de una estrecha coordinación con las escuelas generales.
Además, la existencia paralela de programas de formación profesional y de formación "no profesional" -cuya gestión anteriormente estaba a cargo del Ministerio de Educación y Formación- ha causado muchas dificultades a las empresas y organizaciones de formación, a pesar de la existencia de un marco nacional de cualificaciones unificado.
Además de la superposición en la gestión, existe una duplicación de funciones y tareas entre unidades, lo que genera complejidad para el aparato. En el Ministerio de Trabajo, Inválidos y Asuntos Sociales, la Dirección General de Formación Profesional tiene unidades con funciones similares a las del Ministerio de Educación y Formación.
A nivel provincial y distrital, la creación de departamentos y centros de educación vocacional ha hecho que el sistema sea engorroso e ineficaz.
Al mismo tiempo, la falta de una planificación global de la formación de recursos humanos conduce a un desequilibrio en la estructura nacional de recursos humanos, lo que afecta la capacidad de satisfacer las necesidades del mercado laboral.
Si bien existen algunas escuelas vocacionales e instituciones de formación de buena calidad, la falta de vínculos con la educación general y los programas universitarios dificulta que los estudiantes definan claramente sus trayectorias educativas y profesionales.
Expectativas y desafíos
La gestión estatal unificada de la educación y la formación y el sistema mejorado de educación vocacional ayudan a que los estudiantes tengan más opciones de caminos de formación vocacional, los trabajadores tienen oportunidades de aprendizaje permanente y mejoran sus habilidades vocacionales, mejorando las oportunidades de empleo.
Se espera que las instituciones de formación profesional tengan condiciones de desarrollo más sólidas; entre la educación general, la formación profesional y la educación superior se vinculen de manera más fluida; Un sistema jurídico sincrónico y una información de gestión unificada ayudan a aumentar la eficacia y la eficiencia de la educación y la formación.
La sociedad espera un sistema de formación profesional de calidad y eficaz, que sea uno de los pilares para formar recursos humanos de alta calidad, mejorar la competitividad nacional y reducir el desperdicio de instalaciones y recursos humanos.
Sin embargo, la realidad muestra que cuanto mayor es la expectativa, mayor es el desafío. Aún queda mucho trabajo por hacer porque el tiempo apremia y el trabajo es enorme, desde el centro hasta los departamentos y sucursales locales.
Desde tener que reorganizar el aparato al transferir algunas antiguas unidades de la Dirección General de Educación Profesional al Ministerio de Educación y Formación hasta revisar mecanismos, políticas, estrategias, organizar y recibir la transferencia de recursos, integrar los sistemas de información de gestión para no causar congestión en todo el sistema.
La cuestión de la organización del personal necesita una atención especial durante la reestructuración. Por eso, además de revisar y evaluar las funciones y tareas de las unidades dentro del ministerio, diseñar estándares de evaluación objetivos, confiables, públicos y transparentes de la capacidad y cualidades del equipo es la primera tarea importante para tranquilizar a quienes se van y a quienes se quedan.
Un equipo de personal fuerte, profesional y dedicado al servicio de la gente siempre juega un papel central en la reestructuración de la organización para que sea racionalizada, fuerte, eficaz, eficiente y efectiva.
Para evitar confusiones y duplicaciones de trabajo, es necesario elaborar una hoja de ruta detallada y un plan para fusionar y racionalizar el aparato. Fortalecer la comunicación y responder rápidamente a las opiniones de los grupos de interés, especialmente las opiniones de las instituciones educativas que participan en el proceso de cambio.
Además de garantizar los recursos financieros, humanos y físicos necesarios para el proceso de transición, es necesario que exista un mecanismo de coordinación interministerial e interdepartamental en las primeras etapas de la transición para limitar las interrupciones de las operaciones.
Vale la pena señalar que 63 localidades necesitan ser proactivas en tener planes inmediatos para organizar y racionalizar el aparato del Departamento de Educación y Capacitación, sin esperar al Ministerio de Educación y Capacitación, sino que necesitan proceder inmediatamente y en paralelo con el proceso de reestructuración del Ministerio de Educación y Capacitación de acuerdo con la política de descentralización administrativa.
Del pensamiento a la acción
La idea correcta ha sido propuesta por los dirigentes del Partido y del Gobierno. El problema es ponerla en práctica, lo que requiere una conciencia común en la sociedad y la voluntad revolucionaria de todo el sistema para unir esfuerzos a fin de eliminar los cuellos de botella institucionales en la formación de recursos humanos. Cómo tener un aparato fuerte, eficiente, eficaz y productivo es la primera pregunta que hay que hacerse en el proceso de reestructuración del aparato.
Fuente: https://tuoitre.vn/go-diem-nghen-the-che-ve-giao-duc-va-dao-tao-2024121123283554.htm
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