Las mujeres a menudo anhelan dulces durante su período, debido a los cambios en la insulina.
Una investigación publicada en la revista Nature Metabolism encontró diferencias en la sensibilidad a la insulina en distintas etapas del ciclo menstrual. Según los expertos, el aumento de la sensibilidad a la insulina durante la menstruación incrementa los antojos.
Martin Heni, profesor de endocrinología del Hospital Universitario de Ulm y autor principal del estudio, explica que el cerebro juega un papel importante en el metabolismo. Puede afectar la conducta alimentaria, especialmente durante el ciclo menstrual.
"No es algo malo. Es un problema fisiológico normal en las mujeres. Mucha gente me ha hablado de esta afección", afirmó.
Para realizar el estudio, los expertos de la Universidad de Tubinga en Alemania dividieron a los voluntarios en dos grupos para analizar la actividad cerebral. El primer grupo recibió un aerosol nasal de insulina para replicar el viaje de la hormona al cerebro. El grupo restante tomó un placebo. Las voluntarias ingresaron al estudio mientras experimentaban dos fases del ciclo menstrual: folicular y lútea.
Algunas mujeres anhelan dulces durante su ciclo menstrual. Foto: Times Of India
La fase folicular ocurre cuando el óvulo se prepara para ser liberado, generalmente comenzando el primer día de tu período. La fase lútea comienza después de que el óvulo se ha liberado y viaja al útero.
Los investigadores descubrieron que el cerebro es más sensible a la insulina durante la fase folicular y menos sensible a la hormona durante la fase lútea.
Algunos trabajos anteriores también han demostrado que una vez que llega al cerebro, la insulina puede hacer que las mujeres tengan menos hambre y coman más bocadillos. Mientras tanto, la resistencia a la insulina aumenta el apetito.
Un nuevo descubrimiento ayuda a explicar los antojos de alimentos poco saludables en la segunda mitad del ciclo menstrual. También explica por qué muchas personas experimentan cambios de humor premenstruales, ya que la actividad de la insulina en el cerebro puede afectar las emociones.
Thuc Linh (según el NY Post )
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