Los fallos de comunicaciones que impiden que la sonda Voyager de la NASA, la nave espacial más lejana que haya volado desde la Tierra, transmita datos a casa tienen a los científicos cada vez más preocupados.
Simulación de la Voyager 1 con la antena apuntando hacia la Tierra. Foto: NASA
La Voyager 1, una de las misiones más largas de la NASA, está experimentando problemas de comunicaciones. Los equipos de la misión temen que la nave espacial esté demasiado lejos de la Tierra para recuperarse. Los ingenieros ahora están trabajando para reparar una falla informática que impide que la nave espacial transmita datos a la Tierra, pero las limitaciones del software y la distancia dificultan la tarea.
Desde el 14 de noviembre del año pasado, la sonda interestelar Voyager 1 no puede transmitir datos recogidos por sus instrumentos científicos, según un anuncio de la NASA. La nave espacial parecía estar recibiendo y procesando comandos correctamente, según el equipo de apoyo en California, y continuó volando a través del espacio interestelar a 24 mil millones de kilómetros de la Tierra, mucho más allá del borde del sistema solar. Sin embargo, debido a la falta de acceso al sistema defectuoso, es difícil para los ingenieros evaluar completamente el estado del barco. "Si logramos que vuelva a funcionar, sería un milagro enorme", afirmó Suzanne Dodd, directora del proyecto Voyager.
Desde que la Voyager 1 se lanzó el 5 de septiembre de 1977, la nave espacial ha estado alejándose del Sol a una velocidad de unos 17 kilómetros por segundo. La Voyager 1 voló oficialmente a través del espacio interestelar en 2012, convirtiéndose en la primera nave espacial en hacerlo. Actualmente es el objeto creado por el hombre más distante de la Tierra.
Inicialmente, la sonda transmitió datos a la Tierra utilizando el sistema de datos de vuelo, una de las tres computadoras a bordo. Pero un fallo en el subsistema del modulador de telemetría (TMU) hizo que, en lugar del código binario habitual, el sistema transmitiera una cadena repetida de ceros durante meses.
La resolución de problemas se complicó debido a la antigüedad de la nave y su distancia de la Tierra. Tras transmitir una orden, la tripulación tuvo que esperar 45 horas para que la nave respondiera. Dado que la sonda fue diseñada y construida en la década de 1970, gran parte de la tecnología a bordo está obsoleta y los esquemas no se pueden digitalizar.
Si la NASA no puede restablecer contacto con la Voyager 1, tiene al menos una sonda más en el espacio interestelar. La Voyager 2 sobrevoló el borde del sistema solar en 2018 y ha mantenido contacto con la Tierra desde entonces. Se espera que la nave espacial New Horizons de la NASA abandone el sistema solar en la década de 2040.
An Khang (según Live Science )
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