“Decidimos desplegar unos 600 soldados para reforzar la línea de defensa en el norte de Dobrogea”, dijo Vlad, refiriéndose a la región costera oriental de Rumania que limita con Ucrania. La frontera entre Ucrania y Rumania discurre a lo largo del río Danubio.
Llamas de una explosión en las orillas del río Danubio, línea divisoria natural entre la región ucraniana de Odessa y el territorio rumano. (Foto: Facebook Oleg Nikolenko)
También se desplegaron sistemas de radar adicionales en la zona y se puso en alerta a las fuerzas de defensa aérea locales, dijo Vlad. Rumania también “discutió” con otros estados miembros de la OTAN su respuesta a una “potencial agresión rusa”.
Cuando se le preguntó si Rumania estaba lista para utilizar su sistema de defensa aérea contra los vehículos aéreos no tripulados rusos, Vlad dijo que el país estaba "listo para usar todo su poder militar para defender el territorio rumano". La respuesta exacta dependerá “del nivel de amenaza”, añadió.
El Ministerio de Defensa de Rumania ha restringido los vuelos sobre el norte de Dobrogea, especialmente la zona cercana a la frontera con Ucrania. Bucarest también anunció la construcción de dos refugios antiaéreos en la zona de Plauru-Ceatalchioi, situada al otro lado del Danubio desde Izmail, el puerto fluvial más grande de Ucrania en el delta del Danubio.
A principios de esta semana, Bucarest anunció que se habían descubierto restos de un supuesto vehículo aéreo no tripulado ruso en la zona. En aquel momento, el presidente Klaus Iohannis declaró: “Si se confirma que los restos pertenecen a un UAV ruso, la situación sería completamente inaceptable y constituiría una grave violación de la soberanía y la integridad territorial de Rumanía”.
El 11 de septiembre, Kiev anunció que un vehículo aéreo no tripulado ruso se había estrellado en territorio rumano durante un ataque a Izmail. El Ministerio de Defensa rumano inicialmente negó esta información. Moscú no ha hecho comentarios sobre el incidente.
Rusia comenzó a atacar la infraestructura portuaria de Odessa y otras ciudades ucranianas del Mar Negro en julio, tras el ataque con aviones no tripulados de Kiev a un puente que conecta Crimea con la Rusia continental. El ataque dejó dos personas muertas y otra herida.
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