Escribir sobre la madre, hablar sobre la madre no se puede transmitir con papel, lápiz o palabras. Gran madre en una forma sencilla y honesta.
"Paso por toda mi vida humana
Tampoco todas las palabras de la canción de cuna de mamá..."
(Nguyen Duy)
¿Quién en la vida no ha escuchado estos desgarradores versos, y luego distraídamente se acordó de su madre, lleno de amor por su madre, con ganas de llorar?
Dulce canción de cuna de madre. Foto ilustración Internet.
1. Mamá, ¿hay algo en este mundo más sagrado, más cercano, más cálido que el amor de una madre? ¿Quién es más trabajadora, más diligente y se sacrifica más que mamá? ¿Quién puede sustituir a una madre para cumplir con todos esos deberes: llevar una vida durante 9 meses y 10 días, dar a luz, cuidar y educar a su hijo durante los largos años de alegría y tristeza?
Escribir sobre la madre, hablar sobre la madre no se puede transmitir con papel, lápiz o palabras. Gran madre en una forma sencilla y honesta. Las alas de las garzas y las cigüeñas cuelgan de las hamacas, cantando canciones de cuna en ambos extremos, meciéndose a través del verano y el otoño, a través de las frías noches de invierno "la madre yace en lugares húmedos, el niño rueda en lugares secos" hasta tomar de la mano para enseñar a los niños a dar sus primeros pasos, alimentarlos con cucharadas de arroz y gachas, calmar su dolor cuando caen...
Mamá, la primera palabra que dije cuando era pequeño, te llamé. Así que después, cuando crezca y me vaya lejos, luchando con las tormentas de la vida, con todas las alegrías y las tristezas, la felicidad o el dolor, la primera persona en la que piense y a la que llame sea mi madre. Mamá – Nunca he entendido del todo el significado de ese llamado, es tan simple pero cada vez que lo digo me siento emocionada y abrumada. Cada vez que llego a casa de visita, llamo a mi madre en voz alta desde el final del callejón; Cuando quiero susurrar algo, te susurro al oído y el día que ya no estés, me quedaré ronca, asustada y gritaré una y otra vez... ¡mamá!
Mamá, ¿por qué nunca has pensado en ti misma, ni siquiera tomándote unos minutos para relajarte? Así, desde las tareas del hogar hasta los asuntos del barrio y de la familia. Después del mercado, arremángate la camisa y los pantalones para cuidar los campos y el jardín. Cuando los niños duermen profundamente, la diligente figura de la madre aún resuena con los sonidos nocturnos de la molienda, la costura...
2. El sol y la lluvia cubren despreocupadamente la vida de la madre, dándole a su hijo una figura saludable. Al darle la camisa nueva a su hijo, la madre tomó para sí la camisa gastada por incontables años. La madre suele comer despacio a la hora de las comidas, quedándose siempre última porque quiere darles a su marido y a sus hijos la mejor comida. Mamá guarda silencio, es parca en palabras, pero irradia una magia especial. Con solo pensarlo, ya tengo un manto verde que me protege.
Madre calla, pocas palabras pero irradia una sombra mágica... Foto ilustrativa de Internet.
Tengo miedo cada vez que lloras. Fue en el antiguo mercado del Tet donde presencié las lágrimas de tristeza de una madre pobre que no podía comprar ropa nueva para su hijo. Fue cuando mi madre tuvo que ir a pedir libros viejos para que su hijo estudiara cada vez que comenzaban las clases y luego intentó hacer lo mejor que pudo para consolar a su hijo. Esos son los momentos en los que estás demasiado ocupado jugando o cometes errores que hacen que tu madre se sienta herida...
Madre es amable y delicada, ocultando sus propios defectos. Cada vez que mi hijo iba a la escuela lejos de casa, yo ahorraba cuidadosamente mis escasos ahorros y preparaba con sumo cuidado regalos para que los llevara conmigo, simplemente porque me preocupaba que pudiera necesitarlos. Mamá ¿cómo puedo pagarte todo el amor que me has dado en esta vida?
Aunque sé que un día ya no tendré madre en este mundo. Me he preparado para eso pero aún no puedo evitar el dolor y el shock. Un año, dos años, tres años… y muchos años después, mi madre se ha convertido en una nube blanca y ha regresado al cielo, pero yo no he tenido un solo día de recuerdo. Te debo toda mi vida y nunca podré pagártelo. Como la canción de cuna de una madre, nunca podré entenderla del todo en mi infancia. En un lugar lejano, me pregunto si mi madre aún puede oírme llamar: “Mamá, ya estoy viejo/ Me siento extrañándote y lloro como un niño…” (Tran Tien).
Ngo The Lam
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