El arroz blanco, el pan blanco y los cereales azucarados son ricos en carbohidratos refinados y bajos en fibra y proteínas, lo que puede causar fluctuaciones del azúcar en la sangre y provocar hambre.
Algunos alimentos de la dieta diaria aumentan el apetito y hacen que sintamos hambre más rápidamente.
Bagels y croissants
Estos alimentos para el desayuno tienen un alto contenido de carbohidratos refinados, principalmente de harina blanca, y muy bajos en fibra. Comer demasiado puede provocar fácilmente altos niveles de azúcar en sangre y un aumento en los niveles de insulina.
Cuando los niveles de glucosa (azúcar) en sangre aumentan pero no hay suficiente insulina, la glucosa permanece en la sangre, lo que produce hiperglucemia. Por el contrario, si hay demasiada insulina en la sangre, la glucosa en sangre es muy baja, lo que provoca hipoglucemia. Cuando se produce hipoglucemia, el cuerpo necesita alimentos que contengan azúcar como dulces, zumos de frutas... para aumentar los niveles de azúcar en sangre.
En lugar de elegir bagels y croissants refinados, elija variedades de cereales integrales para aumentar su consumo de fibra. Combínalos con alimentos ricos en proteínas como huevos y nueces para obtener energía adicional.
papas fritas
Las patatas fritas contienen grasas trans y sal, que alteran las hormonas del estómago relacionadas con la sensación de saciedad. Estos alimentos también suelen tener un alto contenido de carbohidratos refinados y carecen de fibra, lo que ralentiza la digestión. Por lo tanto, comer patatas fritas hace que tengas hambre más rápido.
Cerveza inglesa
El alcohol puede aumentar el hambre rápidamente. El cuerpo procesa el alcohol, ralentizando la liberación de glucosa por parte del hígado, lo que produce un nivel bajo de azúcar en sangre. A veces el nivel de azúcar en sangre puede aumentar rápidamente y luego disminuir repentinamente después de beber alcohol. Este rápido ascenso y descenso hace que el bebedor desee más comida.
El alcohol también puede aumentar los antojos de carbohidratos porque el proceso de eliminación de alcohol del cuerpo agota el glucógeno, o las reservas de carbohidratos. Las personas que beben alcohol anhelan más carbohidratos porque éstos se convierten fácilmente en glucosa.
El proceso de procesamiento del alcohol en el cuerpo corre el riesgo de reducir el nivel de azúcar en sangre, provocando hambre. Foto: Freepik
Pan y arroz blanco
El arroz blanco se refina y pule para eliminar la capa de salvado, que contiene la mayor parte de la fibra. Comer una porción de arroz blanco sin fibra aumenta la tasa de respuesta de la insulina y la tasa de vaciado del estómago. Las personas que quieran controlar su dieta deberían elegir arroz integral por su alto contenido en fibra.
El pan blanco es similar al arroz blanco pero se le ha eliminado la mayoría de sus nutrientes y fibra. Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), una rebanada de pan blanco proporciona casi 1 gramo de fibra.
Jugo de fruta embotellado
Esta bebida contiene altas cantidades de azúcar y poca o ninguna fibra. Todos estos son factores que aumentan rápidamente los niveles de azúcar en la sangre, contribuyendo así al hambre. Elija bebidas más nutritivas como jugo de fruta puro y agregue vegetales verdes para aumentar el contenido de fibra y mantenerse satisfecho por más tiempo.
Cereales azucarados
Al igual que los alimentos mencionados anteriormente, los cereales azucarados a menudo carecen de fibra y proteínas, las cuales promueven la saciedad. Las personas a quienes les gusta comer cereales y quieren controlar su peso y nivel de azúcar en sangre deben elegir el tipo con más de 5 gramos de fibra por porción. Combinar cereales con leche rica en proteínas, como leche de vaca, leche de soja o yogur griego, es una forma de sentirse satisfecho por más tiempo.
Bao Bao (Según Come esto, no aquello
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