Un estudio de tres décadas realizado por científicos canadienses con 100.000 personas sanas descubrió cómo el agua carbonatada puede tener efectos adversos para la salud.
Todo tu arduo trabajo se va al desagüe por culpa del agua carbonatada.
Los participantes se dividieron en dos grupos.
La mitad bebía bebidas azucaradas, definidas como "bebidas carbonatadas y endulzadas (con o sin cafeína), limonada y cócteles de frutas" más de dos veces por semana.
El grupo restante se limitó a ello o sólo "rara vez" se permitió el lujo de consumir una lata.
El objetivo del estudio, publicado en el American Journal of Clinical Nutrition, fue descubrir si la actividad física podría reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular en personas que beben regularmente refrescos y bebidas carbonatadas.
Lamentablemente, los resultados mostraron que el ejercicio por sí solo no compensa los efectos nocivos de las bebidas azucaradas.
Los expertos descubrieron que las personas que bebían bebidas azucaradas más de dos veces por semana tenían un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, independientemente de sus niveles de actividad física.
Incluso las personas que alcanzaron los 150 minutos de ejercicio semanal promedio recomendados por la Universidad Laval no revirtieron su riesgo de enfermedad cardiovascular si bebían refrescos.
Según el NHS, enfermedad cardiovascular es un término general para las afecciones que afectan al corazón o los vasos sanguíneos, y que pueden incluir accidente cerebrovascular, enfermedad coronaria y enfermedad arterial periférica. Mucha gente piensa que dos latas de bebidas carbonatadas son sólo una pequeña cantidad, pero en realidad aún pueden causar estragos en la salud.
Los refrescos son más adictivos que el alcohol.
Los científicos probaron la actividad física de 100.000 participantes cada dos años. Además, cada cuatro años también se les evalúa su salud general.
El profesor Jean-Philippe Drouin-Chartier, de la Facultad de Farmacia de la Universidad Laval, afirmó: «La actividad física reduce a la mitad el riesgo de enfermedades cardiovasculares asociadas a las bebidas gaseosas, pero no lo elimina por completo.
Las estrategias de marketing a menudo muestran imágenes de personas activas consumiendo estas bebidas, sugiriendo indirectamente que beber refrescos no tiene efectos negativos para la salud si uno es físicamente activo. Mientras tanto, las bebidas dietéticas son más seguras debido al menor contenido de azúcar. Sin embargo, la mejor opción sigue siendo el agua.
Lorena Pacheco, autora principal y científica del estudio, destacó que los hallazgos contribuirán a las recomendaciones y políticas de salud pública que limitan el consumo de bebidas carbonatadas, además de alentar a las personas a cumplir y mantener niveles adecuados de actividad física.
Anteriormente, muchos estudios también han demostrado los efectos nocivos de las bebidas carbonatadas, entre ellos, la caída del cabello, la infertilidad y el efecto sobre las emociones.
En octubre de 2023, la nutricionista irlandesa Gaye Godkin advirtió que las bebidas carbonatadas son más difíciles de dejar que el alcohol, porque contienen altos niveles de azúcar y cafeína, dos factores adictivos.
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