Vanessa Ogle, de 30 años, en EE. UU., se sorprendió al descubrir un grano rojo en la sien izquierda. Para tratar el acné, limpia su piel y aplica crema contra el acné, según el sitio de noticias Insider (EE. UU.).
Gracias a su vigilancia, Vanessa Ogle descubrió tempranamente que un pequeño grano en su piel era cáncer.
A pesar de seguir cuidadosos pasos de cuidado de la piel, los pequeños granitos aún no desaparecen. Entonces fue a ver a un dermatólogo para un chequeo.
El dermatólogo, después de examinar la mancha, confirmó que parecía acné y le aseguró a la Sra. Ogle que no había necesidad de preocuparse. Pero después de meses de tratamiento, el grano todavía no desaparecía.
En ese momento, la Sra. Ogle se preocupó y solicitó una biopsia para asegurarse de que no se trataba de cáncer de piel. Su dermatólogo tratante también estuvo de acuerdo con esta recomendación. Los resultados de la biopsia se esperan en 2 semanas.
Sin embargo, sólo dos días después, recibió una llamada del hospital. La Sra. Ogle sabía que algo andaba mal y resultó que el bulto rojo era un carcinoma de células basales.
Según la Skin Cancer Foundation (EE.UU.), el carcinoma de células basales es uno de los tipos más comunes de cáncer de piel. Sólo en los Estados Unidos, cada año se registran más de 3 millones de casos de carcinoma de células basales.
La Sra. Ogle tiene antecedentes familiares de este tipo de cáncer. Sin embargo, cuando se descubrió la enfermedad, todos sus familiares tenían entre 50 y 70 años. Por lo tanto, el hecho de que la Sra. Ogle tuviera cáncer con solo 30 años fue una sorpresa.
Apenas dos semanas después de que llegaran los resultados de la biopsia, la Sra. Ogle se sometió a una cirugía para extirpar el tumor canceroso. Este proceso tarda unas pocas horas. Como el tumor era pequeño y se detectó a tiempo, sólo fue necesario un punto de 3 cm de largo en la sien. Después de la cirugía, el médico continuará realizando pruebas para determinar si las células cancerosas se han eliminado por completo.
Durante las siguientes semanas, tuvo que limpiar la herida dos veces al día. El médico también le recomendó que se aplicara ungüento para proteger su piel de infecciones. Cuando la herida sanó y le quitaron los puntos, la Sra. Ogle notó una cicatriz. Sin embargo, con el tiempo se fue desvaneciendo.
Gracias a que estuvo alerta ante un grano extraño, la Sra. Ogle descubrió el cáncer a tiempo y lo trató fácilmente. Ella sólo necesitaba cirugía, no quimioterapia ni radiación. Hoy en día, protege cuidadosamente su piel del sol, especialmente la cara. Para evitar que el cáncer vuelva a aparecer, la Sra. Ogle debe someterse a controles regulares cada 6 a 12 meses, según Insider (EE. UU.).
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