Lavarse la cara con agua caliente se siente bien, especialmente en las mañanas frías o después de un día agotador de trabajo.
Sin embargo, este hábito aparentemente inofensivo de lavarse la cara con agua caliente puede estar causando el problema del envejecimiento rápido de la piel, según Onlymyhealth (India).
Usar agua caliente para lavarse la cara no solo afecta la sensación temporal sino que también afecta profundamente la salud de la piel a largo plazo, según el Dr. Rohit Batra, dermatólogo del Hospital Sir Ganga Ram, Nueva Delhi (India).
¿Qué pasa cuando te lavas la cara con agua caliente?
Nuestra piel facial es diferente a la de otras zonas del cuerpo. Es más delgado y contiene muchos pequeños capilares y poros.
Si bien el agua caliente puede ayudarle a sentirse relajado instantáneamente, tiene muchos efectos secundarios potenciales. Cuando se expone al agua caliente, los capilares debajo de la superficie de la piel se dañan fácilmente, lo que produce enrojecimiento y manchas.
Además, el agua caliente también elimina los aceites naturales de la piel. Esta capa de aceite juega un papel importante en la hidratación y protección de la piel de los agentes ambientales dañinos. Cuando se pierde la capa de aceite, la piel se vuelve seca, tirante y más vulnerable.
En particular, cuando la piel ya no está protegida por una capa de aceites naturales, el proceso de degradación del colágeno ocurre más rápidamente. El colágeno es una proteína importante que ayuda a mantener la firmeza y elasticidad de la piel. La exposición frecuente al agua caliente reduce la producción de colágeno, lo que provoca la aparición de arrugas, líneas finas y flacidez de la piel.
Otro efecto secundario menos notado pero igualmente grave es el debilitamiento de la barrera protectora natural de la piel. El agua caliente hace que tu piel sea más sensible a factores ambientales como la contaminación, el clima severo o incluso los productos para el cuidado de la piel.
Cómo evitar el envejecimiento prematuro
El envejecimiento es una parte inevitable de la vida, pero hay formas de ralentizar el proceso. La pérdida de colágeno y elastina es la principal causa de los signos visibles del envejecimiento, enfatiza Rohit Batra. Sin embargo, con algunos pequeños cambios en nuestra rutina diaria, podemos minimizar este impacto.
Una de las medidas más importantes es proteger tu piel de los efectos nocivos del sol. Los rayos UV destruyen el colágeno y la elastina, especialmente en zonas de la piel que están frecuentemente expuestas, como la cara, el cuello y las manos. Para proteger tu piel, debes usar protector solar todos los días, incluso en días nublados, y cubrirte la piel con un sombrero o ropa cuando salgas al exterior.
Consumir demasiados carbohidratos puede causar glicación. Este proceso daña el colágeno, acelerando el envejecimiento de la piel. Para evitar esto, reduzca la cantidad de carbohidratos en su dieta y, en cambio, concéntrese en alimentos ricos en proteínas magras, grasas saludables y fibra.
Complementar el colágeno a través de la dieta también es esencial. El colágeno no sólo se encuentra en productos para el cuidado de la piel, sino que también se puede obtener de los alimentos. El caldo de huesos, el pescado, el pollo, las verduras y las frutas son buenas fuentes de colágeno.
Además, mantenerse hidratado juega un papel importante en el mantenimiento de una piel joven. Beber al menos 2 litros de agua al día ayuda a mantener la piel hidratada desde dentro, previene la sequedad y promueve una apariencia suave y radiante.
Fuente: https://thanhnien.vn/rua-mat-nuoc-nong-tuong-loi-nhung-hoa-ra-lai-khong-tot-185250104161054855.htm
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