Y en cada temporada de cosecha, los campos brillan de un amarillo dorado. El pueblo volvía a estar animado y bullicioso...
Cada vez que pasamos por estos pueblos, la sencilla belleza del campo vietnamita nos resulta familiar: aquí la gente está cosechando, allá están llevando cestas... Adentrándonos en el pueblo, vemos escenas de arroz y paja secándose...
Surgió un sentimiento, parecía una agitación en el corazón, al encontrarme con esas imágenes familiares. Esas bellezas trabajadoras nos recuerdan recuerdos profundos.
Y las imágenes a continuación, esperamos que puedan recordarnos las historias del pueblo vietnamita y de los pueblos vietnamitas.
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Fuente: https://daidoanket.vn/rom-ra-xon-xang-10287319.html
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