Actualmente, en la temporada de invierno-primavera, el cambio inusual del tiempo es causa de la aparición y propagación de enfermedades infecciosas, especialmente enfermedades respiratorias como gripe, sarampión, rubéola, tos ferina..., suponiendo un riesgo potencial de brotes de enfermedades infecciosas.
Las personas no deben ser subjetivas al presentar síntomas de enfermedades respiratorias (foto TL).
Esta es también la época en la que aumenta la demanda de comercio y turismo a finales de año, lo que crea condiciones favorables para la propagación de patógenos que pueden aumentar el número de enfermedades infecciosas y respiratorias, especialmente en grupos de alto riesgo como los niños con resistencia débil y los ancianos con condiciones médicas subyacentes.
Para prevenir y combatir las enfermedades respiratorias, las personas deben seguir implementando de manera proactiva medidas personales de prevención de enfermedades como las siguientes: usar mascarillas en instalaciones médicas, en el transporte público y en lugares concurridos;
Lávese las manos frecuentemente con agua limpia, jabón o desinfectante para manos; Hacer gárgaras en la boca y la garganta con enjuague bucal; Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca; cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar;
Practique una buena higiene ambiental, higiene personal, mantenga su cuerpo caliente, haga ejercicio, practique deportes y mejore su condición física;
Practica comer alimentos cocinados y beber agua hervida; Garantizar la seguridad alimentaria en el sacrificio de ganado y aves de corral y en el procesamiento de productos pecuarios y avícolas.
Evitar el contacto con personas que presenten síntomas respiratorios como tos, fiebre, dificultad para respirar… y cuando existan signos de enfermedad, acudir inmediatamente al centro médico más cercano para consulta, reconocimiento y tratamiento oportuno.
A continuación se muestra una infografía sobre las medidas de prevención de enfermedades:
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