Una dieta rica en carne y baja en verduras, frutas y cereales integrales puede dificultar que el cuerpo obtenga suficientes vitaminas C y E. El cuerpo necesita vitamina C para producir colágeno y combatir los radicales libres que pueden dañar las células. La vitamina C también ayuda a absorber el hierro, según Popsugar (EE.UU.).
Comer demasiada carne roja y no suficientes frutas y verduras puede causar fácilmente deficiencia de vitaminas y estreñimiento.
Mientras tanto, el cuerpo necesita al menos 10 mg de vitamina C cada día. Si nos falta demasiada vitamina C, al cabo de unas pocas semanas podemos sufrir escorbuto. Los síntomas de la enfermedad incluyen depresión, anemia, fatiga, inflamación y varios otros. La mayor parte de la vitamina C que absorbemos cada día proviene de verduras y frutas, por lo que comer menos de estas plantas puede conducir fácilmente a una deficiencia de vitamina C.
Una dieta rica en carne también hace que el cuerpo sea susceptible a la deficiencia de vitamina E. La vitamina E es un antioxidante que refuerza el sistema inmunológico y previene la formación de coágulos sanguíneos. El cuerpo necesita 15 mg de vitamina E al día. Los alimentos ricos en vitamina E incluyen el brócoli, el aceite de oliva, las semillas de girasol, la probina, el aguacate, el kiwi y varios otros.
Además, la deficiencia de vitaminas también depende de la elección de la carne. Comer mucha carne roja, como cerdo y ternera, puede provocar fácilmente una deficiencia de vitamina A. Sin embargo, si comes hígado de res o de pescado, no sólo te aportará una cantidad abundante de vitamina A, sino que este alimento también contiene biotina y folato. Estas son dos vitaminas necesarias para el metabolismo y el funcionamiento celular.
Otro problema que puede ocurrir al comer mucha carne es el estreñimiento. Esto se debe a que la carne animal, aunque tiene un alto contenido en proteínas, carece de fibra, incluso si se toman suplementos de fibra para aliviar el estreñimiento.
Al seguir una dieta rica en carne, los nutricionistas recomiendan comer más fibra vegetal para mejorar la salud de las bacterias intestinales. Si la microbiota intestinal no está equilibrada, una dieta rica en carne puede aumentar el riesgo de inflamación y otros problemas de salud intestinal.
Además, algunas carnes tienen un alto contenido en grasa y aumentan el colesterol, especialmente si no haces ejercicio. El tocino y otras carnes procesadas tienen un alto contenido de sodio, lo que puede elevar la presión arterial. Las dietas ricas en sodio también se han relacionado con problemas renales. Los nutricionistas también recomiendan que las personas con presión arterial alta, colesterol alto o enfermedades cardíacas no coman demasiada carne, según Popsugar .
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