Esos son los sabores del pasado, que a veces regresan en sueños o cuando se los encuentra accidentalmente en algún momento aleatorio. El humo de los arrozales quemados persiste en la tarde de verano, el olor a comida que sale de la cocina de alguien, el olor del dobladillo sudoroso de la camisa de la madre después de un largo y agotador día de trabajo...
Ilustración: HOANG DANG |
En la inmensidad de mis recuerdos de infancia, el que más me persigue es el olor de mi madre. Una mujer que ha trabajado duro toda su vida con una vieja bicicleta como su "activo", trabajando duro para criar a sus hijos en el mercado dos veces al día. Todos los días mi madre suele despertarse con el primer canto del gallo anunciando un nuevo día y llega a casa cuando ya ha anochecido. El momento en que mi madre se sentó abanicándose con su sombrero cónico junto a la ventana después de un largo viaje quedó grabado para siempre en mi mente como una imagen típica. La espalda de mi madre estaba empapada de sudor como si quisiera convertirse en una lámina de sal. El olor salado del trabajo duro y de las dificultades impregnó silenciosamente mi corazón con una tristeza interminable y persistente.
Al crecer lejos, en la miríada de recuerdos que llevo, no puedo extrañar el olor de mi madre. Mientras permanezco despierto por la noche, recuerdo el olor del sudor, el olor a quemado del cabello peinado al sol desde la mañana hasta la noche. Mi madre no tenía tiempo suficiente para cuidar de sí misma, su ropa fina se desgastaba todo el año, pero a mí me encantaba ese olor a penurias y a viento.
Crecí con mi abuela porque mis padres a menudo dejaban a sus hijos con ella para que los cuidara cuando se iban de viaje de negocios lejos, a veces no regresaban durante una semana entera. En aquella época, el pueblo no tenía electricidad, sobre todo en las noches ventosas de verano, ella siempre tenía que abanicar a sus nietos toda la noche para que se durmieran. Poco a poco me fui acostumbrando a su olor. Cada vez que me ausentaba por unos días, añoraba ese "olor especial" que era difícil de nombrar y también la imagen de ella partiendo nueces de areca, envolviendo hojas de betel, machacándolas en un mortero y luego sentada masticándolas ruidosamente en los escalones.
Recordando el crepúsculo, cuando la luna creciente se asomaba en el cielo lejano y soplaba un fuerte viento del sur, a menudo extendía una estera frente a la casa para que sus nietos se sentaran y disfrutaran de la brisa fresca. Todavía está impreso en mí el inmenso olor de la infancia con el tenue aroma de la tierra, el aroma de los campos mezclado con el canto de los grillos, el canto de un polluelo perdido...
Recuerdo que en el armario de madera de mi abuela a veces había mandioca, batata y maíz para sus nietos hambrientos. Ese es el lugar donde cada vez que llegamos a casa después de la escuela o de jugar, todos corren a hurgar. Después de haber pasado por muchas comidas lujosas en la ciudad con muchas comidas deliciosas y extrañas, todavía extraño la cocina de mi abuela y los regalos de mi infancia. Hay figuritas de barro hechas con harina de arroz glutinoso, que cuando uno se aburre de jugar con ellas se entierran en ceniza caliente para comer, hay paquetes de caramelos en polvo, fragantes manzanas estrelladas que la abuela espera con ansias cada vez que vuelve a casa del mercado… todo está todavía intacto, brillando en el recuerdo.
Cada vez que visito mi ciudad natal, a menudo tengo la costumbre de buscar "regalos del pasado". Lo llamo regalo porque es precioso y valioso cuando se conserva hasta ahora. Hojeando cada carta que amigos y familiares me escribieron durante los años que estuve lejos de casa para estudiar; Al ver la letra familiar de la chica que amé en secreto... de repente surgió un olor nostálgico de recuerdos con tantas cosas inacabadas, perdidas y páginas manchadas por el tiempo.
Aún quedan muchos recuerdos impregnados de alegría y tristeza del pasado que quizá no permanezcan intactos a través de los años; Pero yo soy como alguien en deuda con el pasado, con sollozos interminables al hablar con el pasado, con tantos arrepentimientos y penas que lo siguen evocando.
Fuente: https://baodanang.vn/channel/5433/202504/mui-ky-uc-4003534/
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