
Forjar un nuevo camino es un desafío abrumador pero gratificante, especialmente cuando inspira a otros. Eileen Collins, de 68 años, la primera mujer piloto y comandante de un transbordador espacial de la NASA, es un testimonio de la trayectoria de superar innumerables dificultades para lograr un gran éxito.
El viaje de Eileen Collins comenzó en Elmira, Nueva York (EE. UU.), donde creció en una familia pobre. Desde temprana edad, Collins soñaba con volar, viéndolo como una forma de escapar de su desafiante vida familiar.
Trabajó en silencio y con perseverancia durante muchos años, ahorrando cada centavo para perseguir su sueño de volar, aceptando todo tipo de trabajos a tiempo parcial, desde limpiar pasillos de escuelas hasta ayudar a los clientes en una tienda de mejoras para el hogar.
Para Collins, ningún trabajo es demasiado pequeño y ningún esfuerzo demasiado grande. A la edad de 19 años, después de años de duro trabajo, finalmente ahorró suficiente dinero para comenzar sus primeras lecciones de vuelo, un momento crucial que la puso en el camino hacia la grandeza.
Cuando la Fuerza Aérea de Estados Unidos abrió el camino a las mujeres piloto, Collins fue una de las primeras en aprovechar una oportunidad que había eludido a generaciones de mujeres antes que ella. Seleccionada por la NASA en enero de 1990, se convirtió oficialmente en astronauta en julio de 1991.
A pesar de enfrentarse a discriminación y acoso, tanto manifiesto como encubierto, en un entorno predominantemente masculino, Collins no se dejó intimidar. En lugar de ello, redobló sus esfuerzos y siguió avanzando.
La carrera espacial de Collins alcanzó nuevas alturas cuando la NASA la seleccionó como la primera mujer piloto del transbordador espacial Discovery en febrero de 1995. Pilotar el transbordador espacial es una hazaña con la que solo unas pocas personas tienen la oportunidad de soñar, y mucho menos de lograr con éxito.
Aconsejo a todos que acepten retos, incluso si piensan que son demasiado difíciles, incluso si creen que pueden fracasar. Cuando seas mayor y mires atrás en tu vida, es posible que te arrepientas de no haberlo intentado. Plantéate retos interesantes y estate dispuesto a ayudar a los demás. “No hay sensación mejor que ayudar a los demás”.
Eileen Collins
Pero Collins no se detuvo allí. Después de sus dos primeras misiones, en julio de 1999, se convirtió en la primera mujer comandante de una misión del transbordador espacial, enviando al Columbia a la órbita de la Tierra para desplegar el Observatorio de rayos X Chandra. Este es un logro monumental que inspira a innumerables mujeres y niñas a seguir carreras en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM).
La cuarta misión tiene lugar después del desastre del Columbia, cuando lo que parecía un vuelo normal resulta ser algo completamente diferente. La misión "Regreso al vuelo" de 2005, que probó nuevas modificaciones de seguridad y reabastecimiento a la Estación Espacial Internacional (ISS), también fue la última misión de Collins. Se retiró de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en 2005 y de la NASA en 2006.
El pasado noviembre, el documental “Spacewoman” llevó la historia de Eileen Collins a la gran pantalla. Dirigida por Hannah Berryman y producida por Natasha Dack Ojumu y Keith Haviland, la película ofrece una mirada íntima y honesta a los sacrificios y los incansables esfuerzos de Collins para convertirse en una mujer pionera en el espacio.
"Spacewoman" no evita explorar el costo emocional y físico que Collins enfrenta en su viaje para convertirse en esa "primera". A través de entrevistas con colegas como la Dra. Cady Coleman y el Dr. Charlie Camarda, así como con miembros de la familia de Collins, la película describe vívidamente el costo del pionerismo, al tiempo que celebra las barreras que Collins superó.
Hace veinticinco años, el mando de Eileen Collins rompió los límites de los vuelos espaciales humanos. Como predijo la ex primera dama Hillary Clinton, su selección abrió la puerta a muchas otras astronautas.
Cada vez más mujeres son asignadas para comandar misiones espaciales, como la comandante de la Expedición 65, Shannon Walker, y la comandante de la Expedición 68, Samantha Cristoforetti.
Más importante aún, Collins se ha convertido en un modelo a seguir para las generaciones más jóvenes interesadas en el espacio y las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). Su trayectoria ha demostrado que no hay límites si trabajas duro y te atreves a perseguir tu pasión.
La Enciclopedia Británica una vez seleccionó a la Sra. Collins como una de las 300 mujeres más influyentes de la historia de la humanidad.
Fuente: Forbes, NASA
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Fuente: https://phunuvietnam.vn/nu-phi-cong-dau-tien-cua-nasa-giup-do-nguoi-khac-la-cam-giac-tuyet-voi-20241220160937388.htm
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