La acumulación de placa en las paredes de los vasos sanguíneos, los coágulos de sangre o el estrechamiento de los vasos sanguíneos son causas comunes de mala circulación sanguínea. Esta condición puede conducir a una variedad de problemas de salud.
La mala circulación sanguínea impide que la sangre entregue suficiente oxígeno y nutrientes a los órganos del cuerpo. Los síntomas de mala circulación sanguínea a menudo aparecen primero en las extremidades porque son las zonas más alejadas del corazón, según el sitio web de salud Healthline (EE. UU.).
El dolor frecuente en la pantorrilla puede ser una señal de advertencia de mala circulación sanguínea.
Las personas con sobrepeso, obesas, diabéticas, mayores de 40 años y sedentarias tienen mayor riesgo de sufrir problemas de circulación sanguínea. Los signos comunes de mala circulación incluyen dolor, entumecimiento, hormigueo o frío en las zonas afectadas, como las manos, los dedos de las manos o de los pies.
Además, la mala circulación sanguínea también provoca problemas como debilidad muscular y dolor al caminar. Los pacientes también experimentarán piel pálida y cenicienta, sensación de pinchazos de agujas, dolor en el pecho, hinchazón en algunas zonas y venas varicosas.
La mala circulación sanguínea provoca que algunas partes del cuerpo no reciban suficiente sangre, lo que provoca fatiga prolongada, dificultad para concentrarse o no poder realizar bien las actividades diarias.
Existen muchas causas de mala circulación sanguínea. El grupo con alto riesgo de presentar circulación sanguínea reducida o bloqueada son las personas con antecedentes familiares de aterosclerosis, fumadores o que padecen enfermedades como diabetes, hipertensión arterial, aterosclerosis, varices, obesidad.
Entre ellos, el tabaquismo constituye un importante factor de riesgo para la salud. Los químicos tóxicos presentes en los cigarrillos dañan los vasos sanguíneos, aumentando el riesgo de aterosclerosis. La presión arterial alta aumenta la presión ejercida sobre las paredes de los vasos sanguíneos. Con el tiempo, los vasos sanguíneos se dañan, se endurecen y se vuelven más susceptibles a los coágulos sanguíneos y a las placas ateroscleróticas.
Para mejorar la circulación sanguínea, los expertos recomiendan hacer ejercicio regularmente, dejar de fumar y mantener un peso saludable. En la dieta diaria es necesario reducir el azúcar, la sal y las grasas nocivas y aumentar las verduras y frutas. La gestión del estrés también es importante. El estrés hace que el corazón lata más rápido, contrae los vasos sanguíneos y aumenta temporalmente la presión arterial. Todos estos son factores que afectan negativamente la circulación sanguínea, según Healthline .
Fuente: https://thanhnien.vn/dau-hieu-canh-bao-co-the-dang-luu-thong-mau-kem-185250111164734517.htm
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