Centro financiero de Lujiazui en Shanghái, China
Según Nikkei Asia del 27 de mayo, algunos grandes bancos de Estados Unidos se ven afectados por la realidad de las tensiones entre las dos principales economías del mundo, lo que hace que la expansión en China sea cada vez más riesgosa, aunque este mercado antes era considerado una gran oportunidad de negocios.
La idea ha cambiado
Los bancos están empezando a considerar reducir personal en la región, mientras Washington y Beijing continúan librando una guerra comercial que ha durado dos mandatos presidenciales estadounidenses, dando lugar a regulaciones y sanciones de ambos lados.
“La idea era ganar un punto de apoyo y luego hacer crecer el negocio, e incluso si había que invertir mucho ahora, se obtenían cada vez más beneficios con el tiempo. Pero ese cálculo ha cambiado”, dijo David Williams, exbanquero de Merrill Lynch en Hong Kong que ahora dirige su propia empresa.
Los bancos estadounidenses Goldman Sachs y Morgan Stanley están considerando recortar personal en la región Asia-Pacífico, según un informe de Bloomberg. En este sentido, Morgan Stanley está considerando reducir el 7% de su equipo de banca de inversión en la región.
El ajuste del cinturón se produce más de cinco años después de una guerra comercial entre Estados Unidos y China que comenzó bajo la administración del expresidente estadounidense Donald Trump y continuó durante el mandato del presidente Joe Biden.
Bajo la presión de regulaciones adicionales y la amenaza de sanciones a las empresas en China, por parte de ambos gobiernos, el equilibrio entre riesgo y rendimiento puede ser demasiado desequilibrado para los bancos que desde hace tiempo han deseado expandirse en la economía china.
El lucrativo mercado de IPO para que las empresas chinas coticen en las bolsas de Nueva York prácticamente se ha paralizado, después de que los planes de cotizar en bolsa a Didi, la principal empresa de transporte de pasajeros de China, en 2021 se toparan con un obstáculo.
Muchos factores influyen
La continua fricción sobre la supervisión contable por parte del gobierno estadounidense podría impulsar más exclusiones de bolsas, y se dice que Beijing ha presionado a las empresas chinas para que rechacen el uso de grandes firmas de contabilidad internacionales a nivel nacional.
Mientras tanto, la administración Biden está más cerca de emitir una orden ejecutiva para controlar la inversión extranjera en ciertos sectores en China.
Los observadores dicen que las actitudes en Washington se están volviendo menos amigables hacia la inversión en China, ya que los políticos aún no han cambiado su postura hacia el mayor rival estratégico de Estados Unidos.
Además, la fuerte tasa de crecimiento de China también ha cambiado. Los datos económicos decepcionantes publicados este mes han llevado a los principales bancos de Estados Unidos y otros países a reducir las expectativas de crecimiento para la actual recuperación de China tras el Covid-19.
Las ventas minoristas y la producción industrial aumentaron en comparación con el año anterior y en abril, pero aun así estuvieron por debajo de las previsiones. La producción industrial aumentó sólo un 5,6% interanual, aunque anteriormente se esperaba que la tasa alcanzara casi el 11%.
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