El anuncio de Yellen les da al presidente demócrata Joe Biden y al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, más tiempo para llegar a un acuerdo para aumentar el límite de endeudamiento del gobierno de Estados Unidos. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha dicho anteriormente que se debe llegar a un acuerdo tan pronto como el 1 de junio.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen. Foto: Reuters
Patrick McHenry, uno de los negociadores republicanos, afirmó que podrían cumplir con el plazo del 5 de junio. «Aún no hemos terminado, pero tenemos un margen de maniobra para lograrlo y tenemos que llegar a acuerdos muy estrictos», declaró a la prensa.
Mientras tanto, el presidente Biden dijo a los periodistas que pensaba que los negociadores estaban muy cerca de llegar a un acuerdo. "Las cosas van bien. Soy muy optimista", dijo.
Los negociadores parecieron estar cerca de llegar a un acuerdo para levantar el límite de dos años y alcanzar un acuerdo para limitar el gasto en muchos programas del gobierno estadounidense el próximo año, pero siguieron en desacuerdo sobre algunas cuestiones relacionadas con la pobreza y los beneficios de atención médica.
La prórroga de dos años significa que el Congreso no tendría que volver a abordar el límite hasta después de las elecciones presidenciales de 2024. El acuerdo en consideración aumentaría la financiación para la atención a las fuerzas armadas y a los veteranos, manteniendo esencialmente el gasto no relacionado con la defensa en los niveles actuales, según un funcionario.
El acuerdo también podría reducir la financiación del Servicio de Impuestos Internos, que recibió 80.000 millones de dólares adicionales el año pasado, en parte para reforzar la aplicación de la ley y generar más ingresos fiscales. Los republicanos han intentado revocar esa financiación.
Si el Congreso de Estados Unidos no logra elevar el techo de deuda autoimpuesto antes del 5 de junio, podría desencadenar una cesación de pagos que sacudiría los mercados financieros y empujaría a Estados Unidos a una profunda recesión.
Varias agencias de calificación crediticia dijeron que habían puesto a Estados Unidos bajo revisión para una posible rebaja, lo que elevaría los costos de endeudamiento y erosionaría la posición del país como columna vertebral del sistema financiero global.
Hoang Anh (según Reuters)
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