Comer regularmente dulces, ya sean pasteles, caramelos o refrescos azucarados, hará que el cuerpo gane peso y sea susceptible a enfermedades cardíacas. Sin embargo, existe la creencia común de que el ejercicio puede ayudar al cuerpo a quemar más calorías y prevenir este riesgo. Sin embargo, una nueva investigación publicada en The American Journal of Clinical Nutrition ha demostrado que esto puede no ser cierto, según el sitio científico Science Daily (EE. UU.).
Comer demasiados dulces aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas.
El estudio analizó datos de salud de más de 100.000 adultos. Estos datos se recopilaron durante aproximadamente 30 años. Al comienzo del estudio, todos los participantes estaban libres de cualquier enfermedad crónica.
Durante el estudio, se informó el consumo de bebidas azucaradas y edulcorantes artificiales por parte de los participantes cada cuatro años. Además, se recogió la intensidad y duración de su actividad física cada 2 años.
Además, durante todo el período del estudio también se monitorearon las condiciones que afectan el riesgo de enfermedad cardíaca, como la enfermedad de la arteria coronaria. El objetivo del estudio fue encontrar un vínculo entre el consumo regular de bebidas azucaradas y la actividad física con la enfermedad cardiovascular.
Los resultados mostraron que beber muchas bebidas azucaradas aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular independientemente de los niveles de actividad física. Las autoridades sanitarias suelen recomendar que las personas realicen al menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada por semana para reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, las investigaciones han demostrado que incluso hacer esto no previene completamente el riesgo de enfermedades cardíacas si quienes hacen ejercicio consumen regularmente bebidas azucaradas.
Los autores del estudio señalan que si bien el ejercicio regular puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas hasta en un 50 por ciento, no es suficiente para contrarrestar los efectos nocivos del consumo elevado de azúcar.
Además, los autores afirmaron que las bebidas que utilizan edulcorantes artificiales no aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular. Sin embargo, todavía recomiendan reemplazar estas bebidas con agua filtrada porque se considera la bebida más saludable, según Science Daily .
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