Japón consiguió con una fuerza abrumadora un boleto al Mundial de 2026. |
Tras vencer por 2-0 a Bahréin el 20 de marzo, los “Samuráis Azules” disputaron su octava aparición consecutiva en el mayor festival de fútbol del planeta y llegarán a Norteamérica, donde se celebrará el torneo el próximo verano.
El desempeño casi perfecto de Japón en la clasificación demostró su dominio y también planteó la pregunta: ¿Podrá el equipo soñar en grande en el Mundial del año que viene?
Impresión
Bajo el liderazgo del entrenador Hajime Moriyasu, Japón mostró una forma increíble en el Grupo C de la tercera ronda de clasificación de la región asiática. Con 19 puntos tras 7 partidos y un récord invicto (6 victorias y 1 empate), aventajan en 9 puntos a Australia, el segundo clasificado.
La victoria por 2-0 sobre Bahréin fue una clara demostración de la gran capacidad de ataque y la estabilidad del equipo. Mirando más allá, Japón no ha perdido ningún partido desde el comienzo de las eliminatorias del Mundial de 2026 en Asia.
En la segunda ronda de clasificación, ganaron todos sus partidos, anotando 24 goles en 6 partidos, sin recibir un solo gol. En la tercera ronda de clasificación, Australia fue el único equipo que sumó un punto contra Japón, en un empate 1-1 en octubre pasado.
Anteriormente, Japón había llamado la atención del mundo cuando derrotó a los dos gigantes España y Alemania en el Mundial de 2022 en Qatar, o aplastó a Turquía y Alemania (nuevamente) en amistosos en 2023.
El nivel de "Samurai Blue" ha superado el nivel común del fútbol asiático, acercándose a los mejores equipos de Europa y Sudamérica.
Una fuerza formidable
El entrenador Moriyasu, que se hizo cargo del equipo después del Mundial de 2018, ha construido un equipo que combina perfectamente juventud y experiencia. De los 27 jugadores japoneses convocados este marzo, 22 juegan en ligas europeas, una cifra que habla de su calidad superior en comparación con el resto del continente.
![]() |
Kubo brilla para ayudar a Japón a conseguir un boleto al Mundial. |
Kaoru Mitoma (Brighton), Takumi Minamino (AS Monaco) y Take Kubo (Real Sociedad) siguen siendo las estrellas más brillantes en el ataque de Japón, con valores de transferencia que actualmente alcanzan decenas de millones de euros. Pero el equipo japonés no depende sólo de ellos.
Otro delantero, Ayase Ueda (Feyenoord), lidera la lista de goleadores de la fase de clasificación con 8 goles. Incluso Daizen Maeda, principal delantero del Celtic esta temporada en la Liga de Campeones, no fue utilizado ni un solo minuto contra el Bahréin.
En defensa, el portero Zion Suzuki, un talento de 22 años con sangre ghanesa y japonesa, emergió como un sólido apoyo cuando se destacó con el Parma en la Serie A esta temporada. Después de muchos años centrándose en la formación de jóvenes, el fútbol japonés ha obtenido buenos resultados al contar con numerosos jugadores que juegan en los principales torneos europeos.
Más de la mitad del once inicial de Japón en las eliminatorias del Mundial de 2026 juega regularmente en la Liga de Campeones o la Liga Europa esta temporada, lo que garantiza competencia y actuaciones de alto nivel.
Japón tiene ante sí una oportunidad de oro para afirmar su posición entre las potencias del fútbol mundial en el Mundial de 2026. Con un lugar en el Mundial de 2026 en la mano, el entrenador Moriyasu no oculta su ambición de llevar a Japón más allá de los octavos de final, el mayor logro que esta nación futbolística haya conseguido en la historia.
Kommentar (0)