Según el Dr. Nguyen Huy Hoang, del Centro de Oxígeno Hiperbárico Vietnam - Rusia, Ministerio de Defensa Nacional, después del ejercicio, el cuerpo a menudo pierde fuerza, se deshidrata, tiene desequilibrio electrolítico y reduce las reservas de glucógeno en los músculos. Por lo tanto, el abuso de alcohol en este momento obliga al hígado y a los riñones a trabajar más para eliminar toxinas.
El alcohol es un diurético que hace que orines mucho, te sientas cansado y tengas desequilibrios electrolíticos. Esta condición prolongada provoca que los órganos se sobrecarguen y se reduzca la capacidad de desintoxicación.
Por lo tanto, la cerveza y el vino no pueden sustituir al agua y no pueden beberse en lugar de agua después de hacer ejercicio o de una actividad física intensa. Debes beber cantidades moderadas de agua y descansar antes de consumir bebidas frías como la cerveza para evitar alterar tu temperatura corporal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) introdujo el concepto de unidad de alcohol, una unidad de alcohol equivale a 10 g de etanol puro, igual a 200 ml de cerveza; 75 ml de vino (1 copa); 25 ml de brandy (1 taza). Dependiendo de la cantidad de bebida se convertirá aproximadamente a cuántas unidades de alcohol.
Para un adulto sano, el hígado eliminará 1 unidad de alcohol cada hora. Esta es una cifra promedio. Dependiendo de cada persona, como por ejemplo personas con hígados débiles o personas con un peso superior al promedio, este periodo de tiempo puede aumentar o disminuir.
Respecto al mecanismo de excreción de alcohol del organismo, alrededor del 10 – 15% se excretará a través del tracto respiratorio, la piel y el sudor. Aproximadamente entre el 85 y el 90 % se procesará a través del hígado.
Los hombres no deben beber más de 720 ml de cerveza, 300 ml de vino o 60 ml de whisky al día. Las mujeres no deben beber más de 360 ml de cerveza, 150 ml de vino o 30 ml de whisky al día. Evite el uso de bebidas alcohólicas de origen desconocido.
El cuerpo suele tener hambre después del ejercicio, el abuso de alcohol hace que uno se emborrache fácilmente porque el ácido en el estómago aumenta la estimulación, daña fácilmente la mucosa y a largo plazo afecta el estómago, el colon y el hígado.
Beber alcohol cuando el cuerpo está cansado, estresado o sobreesforzado también hace que te emborraches con más facilidad que de costumbre. Conducir bajo los efectos del alcohol también es una de las principales causas de accidentes, poniendo en peligro su seguridad y la de otros usuarios de la vía.
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