La renuencia de Occidente a proporcionar ayuda armamentística muy necesaria a Ucrania podría dejar el conflicto entre Rusia y Ucrania en un estado de "congelamiento".
El primer ministro británico, Rishi Sunak, abraza al presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, en Aylesbury, Inglaterra, el 15 de mayo. (Fuente: Twitter del Sr. Rishi Sunak) |
Con lo que tiene, Ucrania lo está haciendo bien.
Desde el comienzo del conflicto entre Rusia y Ucrania, el arsenal nuclear de Rusia ha sido el mayor obstáculo para proporcionar a Ucrania las armas de autodefensa necesarias. Aunque se están enviando muchos sistemas de armas a Ucrania, muchos de estos envíos se están realizando sólo de manera tentativa y a regañadientes.
En algunos casos, los países han utilizado excusas para responder lentamente a las solicitudes de Kiev. Por ejemplo, a las partes se les dijo que tomaría 18 meses entrenar a los soldados ucranianos en el uso del F-16, cuando en realidad eso podría lograrse en cuatro meses.
También se colocan barreras similares en los tanques y la artillería de largo alcance, como el sistema HIMARS.
Sin embargo, Rusia aún no ha utilizado armas nucleares, a pesar de haber desplegado previamente estos sistemas. Algunos analistas creen que el presidente Putin se está preparando para una opción nuclear, quizás un ataque nuclear táctico o no estratégico contra Ucrania.
Pero también existe el argumento de que Moscú está luchando no sólo para mantener una capacidad de disuasión, sino también para lanzar un ataque nuclear táctico contra Ucrania, una opción que sólo enfurecería a Kiev y a sus aliados y fortalecería su resistencia.
Además, una campaña nuclear puede ahora enfrentarse a mayores riesgos tácticos y operacionales que pueden incluso hacerla impensable.
A principios de mayo, una batería de defensa aérea MIM-104 “Patriot” derribó por primera vez un KH-47M2 Kinzhal, un misil balístico avanzado y maniobrable lanzado desde el aire que, según Rusia, es un arma hipersónica imparable, invulnerable a las defensas antimisiles estadounidenses.
Este resultado conmocionó al gobierno ruso. Este acontecimiento demuestra que los misiles Patriot que posee Ucrania también pueden interceptar y derribar armas nucleares tácticas rusas.
Fabian Hoffman, experto en relaciones internacionales de la Universidad de Oslo (Noruega), dijo que la capacidad de Kiev para interceptar misiles en un ataque de tan alta intensidad, coordinado y multidimensional muestra que incluso si Rusia equipara sus misiles con ojivas nucleares tácticas, existe una alta posibilidad de que no alcancen sus objetivos.
Los observadores comentaron que, dada esta situación, Moscú ahora tiene más problemas para "manejar" sus supuestamente invulnerables armas nucleares contra los misiles y/o sistemas de defensa antimisiles del enemigo.
Los bombarderos rusos actualmente estacionados en Bielorrusia también serían vulnerables a tales intercepciones, lo que reduciría su eficacia para amenazar a Kiev o la OTAN.
Estos acontecimientos socavan gravemente el argumento a favor de la moderación a la hora de apoyar a Ucrania.
Está claro que al proporcionar a Ucrania armas terrestres, marítimas y aéreas, así como los recursos financieros necesarios, Occidente puede fortalecer sus capacidades de disuasión tanto convencional como nuclear. Hacerlo no sólo repelería los continuos esfuerzos de Moscú de usar armas nucleares como un "golpe psicológico", sino que también contribuiría a acortar este conflicto.
"El conflicto congelado"
Informes recientes sugieren que muchos funcionarios creen que el conflicto entre Rusia y Ucrania podría convertirse en un “conflicto congelado” como la situación en la península de Corea. Si Occidente continúa retrasando el suministro de armas a Ucrania debido a preocupaciones sobre Rusia, es probable que se produzca este escenario. El envío de F-16 y las armas que necesita Ucrania podría cambiar el curso del conflicto y beneficiar a Estados Unidos y Occidente.
En una entrevista con los medios europeos el 11 de mayo, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, dijo que el ejército del país todavía necesita algunos tipos de armas de ayuda en lotes. Zelenski destacó especialmente que el ejército ucraniano necesita más vehículos blindados y subrayó que Kiev está deseando utilizar armas proporcionadas por Occidente.
En los últimos meses, los medios de comunicación han estado inundados de informes que indican que Ucrania está planeando un posible contraataque contra las fuerzas rusas. Algunos dijeron que Kiev había acumulado tropas en la región de Zaporizhia.
Muchas fuentes también predijeron el inicio de la contraofensiva, pero según los funcionarios, la contraofensiva de Kiev se pospuso varias veces debido a la lentitud en las entregas de equipos occidentales, el mal tiempo y las grandes pérdidas sufridas por el ejército ucraniano en Bajmut.
Ucrania ha pedido desde hace tiempo a los donantes que le envíen armas más avanzadas, argumentando que son necesarias para ayudarle a obtener una ventaja sobre Rusia.
El gobierno ucraniano también ha instado a los países occidentales a proporcionar aviones de combate F-16 para complementar su cada vez más reducida flota de cazas de fabricación soviética. Sin embargo, hasta ahora Kiev no ha logrado cumplir sus deseos.
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