El masaje aporta una sensación de relajación al cuerpo, pero en algunos casos no se debe realizar porque puede causar efectos negativos y afectar la salud.
El masaje es generalmente seguro y se ha demostrado que es beneficioso en pacientes con dolor musculoesquelético. Junto con la fisioterapia, a menudo se realiza terapia de masajes junto con ejercicios para acelerar la recuperación del paciente. Sin embargo, en algunos casos, un masaje inadecuado o realizado por personas no capacitadas y no profesionales puede causar más daño que beneficio.
Masajear con fuerte presión el cuello durante un periodo prolongado puede reducir la circulación sanguínea y afectar la red nerviosa de esta zona a través de los músculos cerca del cuello y los hombros hasta los brazos y las yemas de los dedos.
Además, una afección rara pero posible llamada rabdomiólisis es otra complicación potencial después del masaje de tejido profundo. Esta condición hace que el tejido muscular dañado libere proteínas y electrolitos en la sangre, lo que provoca daño cardíaco y renal y causa discapacidad permanente o incluso la muerte.
Presionar demasiado fuerte y durante demasiado tiempo sobre una zona del cuerpo puede dañar potencialmente el sistema musculoesquelético. Foto: Freepik
En 2021, se publicó en la revista médica estadounidense el caso de un hombre de 39 años que experimentó síntomas de rabdomiólisis a las pocas horas de un masaje de tejido profundo de dos horas. En otro informe, un hombre de 57 años sufrió rabdomiólisis inducida por masajes después de recibir dos masajes terapéuticos simultáneamente durante dos horas. Cabe destacar que ambos pacientes reportaron sentirse mal varios días antes del masaje. El hombre de 39 años dio positivo para influenza A; La otra persona tenía vómitos y diarrea. Los expertos aconsejan que las personas que se sienten mal o tienen un virus no reciban masajes.
Según los expertos, una sesión de masaje de 60 a 90 minutos una vez a la semana es normal, siempre que la persona no tenga problemas de salud subyacentes. Sin embargo, existen algunas situaciones en las que se debe evitar o posponer el masaje, entre ellas:
La deshidratación y las enfermedades virales agudas pueden causar rabdomiólisis después de las sesiones de masaje. Por lo tanto, uno debe mantenerse bien hidratado antes y después de un masaje, especialmente del masaje de tejido profundo. Otros grupos de riesgo incluyen: personas que toman ciertos medicamentos para tratar el colesterol alto, tienen gota aguda, depresión; personas que consumen anfetaminas y cocaína o beben alcohol.
Las mujeres embarazadas también deben evitar los masajes, especialmente si no están seguras de si el terapeuta está lo suficientemente capacitado para realizarlos. Si desea aliviar el dolor de espalda, las mujeres embarazadas deben buscar ayuda de un fisioterapeuta.
Personas con diabetes: Estas personas también deben tener cuidado si tienen neuropatía diabética (daño a los nervios, generalmente en las extremidades como las piernas y los pies). Los expertos advierten que si la sensibilidad en las extremidades está reducida, no podrán sentir la fuerza aplicada durante el masaje. Cualquier lesión puede fácilmente conducir a problemas mayores más adelante.
Migrañas o dolores de cabeza persistentes : el masaje puede no ser útil para personas con migrañas y dolores de cabeza persistentes o que experimentan síntomas como mareos o sensación de dar vueltas. Acostarse boca abajo y relajar los músculos de la zona del cuello durante el masaje da como resultado que se envíen más sensaciones al cerebro y provoquen dolor de cabeza.
Atletas de alta intensidad: Las personas que regularmente hacen ejercicio a alta intensidad tampoco deben utilizar el masaje para calmar los músculos porque puede causar fácilmente más daño al tejido. Lo mejor es descansar y masajear suavemente para aliviar el dolor. Sin embargo, no se debe realizar masajes si tiene una articulación torcida o un tejido desgarrado, ya que esto puede empeorar la afección.
No siempre es necesario acudir a un médico o especialista cuando se experimenta dolor musculoesquelético, pero hay algunas señales que no se deben ignorar, como un dolor persistente, intenso... que afecte la capacidad para realizar actividades diarias. En el caso de la rabdomiólisis, aunque es poco común, una persona debe buscar atención médica si experimenta síntomas como: orina oscura debido a un exceso de mioglobina (una proteína que se encuentra en los músculos y que se libera en la sangre después de la degradación muscular); dolor muscular severo y debilidad; náuseas, deshidratación...
Nhu Y ( según Today Online )
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