En el centro de la actual guerra comercial entre Estados Unidos y China, Japón prohibió las exportaciones de chips informáticos avanzados y otros productos semiconductores, incluidas las máquinas de litografía ultravioleta de alta potencia, a principios de 2023.
A fines de 2023, cuando se hizo evidente la tendencia mundial hacia la producción de chips de inteligencia artificial (IA), Japón decidió invertir significativamente en la industria de semiconductores y anunció políticas adicionales para apoyar la producción y la investigación en este campo. La decisión tiene como objetivo aumentar significativamente las capacidades de fabricación de chips de Japón y colocar al país a la vanguardia de la tecnología de semiconductores, a la par de Estados Unidos.
El gobernante Partido Liberal Democrático de Japón anunció un paquete de incentivos de 10 años para los semiconductores y otras industrias en un plan de reforma fiscal que se espera que entre en vigor en 2024.
Mientras tanto, el Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón (METI) ha decidido subvencionar proyectos de inversión conjunta de los fabricantes de semiconductores Rohm y Toshiba relacionados con equipos para vehículos eléctricos así como para uso industrial.
Además de los semiconductores, otras cuatro industrias consideradas estratégicas o respetuosas con el medio ambiente recibirán exenciones fiscales, entre ellas los vehículos y baterías eléctricos, el combustible de aviación limpio, el acero producido a partir de fuentes de energía renovables y los productos químicos hechos de materiales naturales. Todas ellas son industrias con potencial de crecimiento en las que Japón tiene la tecnología necesaria para competir internacionalmente.
En particular, en el sector de los semiconductores, los fabricantes que cumplan los requisitos recibirán una reducción del impuesto sobre la renta corporativa de hasta un 20%, que dependerá del volumen de producción y ventas. Si una empresa tiene una pérdida neta, la obligación tributaria puede trasladarse al siguiente ejercicio económico durante un máximo de tres años.
Las empresas tendrán hasta el final del año fiscal que termina en marzo de 2026 para presentar planes comerciales para ser elegibles. Las políticas de subsidio tendrán una vigencia de 10 años luego de la aprobación del plan de negocios de la empresa.
El primer ministro Fumio Kishida dijo que un sistema para apoyar a las industrias relacionadas con los semiconductores requiere grandes inversiones iniciales y altos costos operativos. Para lograr este objetivo, el 29 de noviembre el Parlamento japonés aprobó un presupuesto suplementario de más de 2 billones de yenes (unos 14.000 millones de dólares) en subsidios para la industria de semiconductores.
Además de brindar apoyo financiero a su industria nacional de semiconductores, Japón también busca formar asociaciones con otras entidades reguladoras y fortalecer su posición global en la industria de chips. Para lograr este objetivo, se ha establecido la asociación digital entre la UE y Japón.
Además de centrarse en cuestiones relacionadas con la conectividad de cables submarinos, la inversión en computación cuántica, computación de alto rendimiento e inteligencia artificial, el mecanismo también supervisará la cadena de suministro global de chips y brindará apoyo a las empresas japonesas de semiconductores que quieran operar en la Unión Europea.
(según OL)
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