Es hora de que el público demuestre su papel y responsabilidad diciendo no a las celebridades que se aprovechan de su reputación para exagerar, exagerar los productos y difundir información falsa.
¿Por qué la gente confía tan fácilmente en las celebridades?
Ya a mediados del siglo pasado, a partir de estudios empíricos, el famoso sociólogo, investigador de la comunicación y psicólogo austro-estadounidense Paul Lazarsfeld y sus colegas propusieron la teoría de la comunicación en dos pasos.
Hoy en día, las empresas buscan llegar a los clientes colaborando con personas influyentes. (Fuente: Wondermedia) |
Esta teoría sugiere que el público tiende a formar sus opiniones a través de la influencia de los líderes de opinión: personas que están bien informadas, tienen experiencia, prestigio y poder para influir en las opiniones de los demás.
Estas personas reciben información de los medios de comunicación masivos y transmiten esa información basándose en sus opiniones al público en general.
Hoy en día, en el contexto del desarrollo de una serie de plataformas de redes sociales, la teoría de la comunicación en dos pasos se demuestra aún más a través de la práctica de la comunicación. Las marcas y sellos buscan llegar a los clientes a través de la colaboración con personas influyentes.
Las personas famosas, además de sus productos profesionales (como música, películas, moda, libros, premios, títulos...), quieren aprovechar su “popularidad” para recibir contratos para representar marcas o publicitar productos de empresas.
Para convertir al público (fans) en clientes, muchos famosos no dudan en compartir que han utilizado directamente el producto, o son fabricante o cofabricante del producto que están anunciando.
Con el afecto existente, el público confía fácilmente en el "intercambio confidencial" de las celebridades y cree que "no venderán su reputación" a cambio de beneficios inmediatos.
Debe negarse firmemente
Sin embargo, no todas las celebridades son responsables de sus palabras y acciones cuando anuncian productos en venta.
La propaganda exagerada sobre productos de celebridades en las plataformas de redes sociales es cada vez más común. Esta acción no sólo daña la reputación personal sino que también perjudica a los consumidores y a la sociedad.
Desde cierta perspectiva, el hecho de que las celebridades anuncien productos de manera excesiva y descuidada, y luego, tras recibir una reacción negativa del público, simplemente se disculpen para terminar con las cosas de una vez, también puede deberse en parte a que el público todavía es indulgente en su comportamiento hacia las celebridades.
Obviamente, además de complementar y aumentar las sanciones para garantizar la disuasión por parte de los organismos de gestión pertinentes (como por ejemplo: aumentar las multas, revocar licencias, recaudar ingresos de publicidad ilegal, prohibir actividades en el campo de la publicidad, actividades profesionales, restringir actuaciones, prohibir emisiones...), el "poder" del público es muy necesario.
El público puede decir absolutamente no a las celebridades que se aprovechan de la confianza de los fans para hacer publicidad excesiva con el fin de vender más productos.
Al rechazar firmemente a las celebridades que hacen declaraciones y se comportan de manera poco ética o ilegal, el público está demostrando su papel y responsabilidad de acuerdo con sus intereses legítimos y los de la comunidad, contribuyendo a construir una vida civilizada y respetando la ley.
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