Los alimentos fritos suelen tener un alto contenido de grasa, sal y grandes cantidades de almidón. Entonces, el antojo de papas fritas, pollo frito o batatas fritas podría deberse a que ansiamos y necesitamos comer más almidón, grasa o sal, según el sitio de nutrición y salud Eat This, Not That!. (América).
Los alimentos fritos suelen contener muchas grasas no saludables y comer muchos de ellos puede causar fácilmente inflamación.
Algunos estudios sugieren que el deseo de comer alimentos fritos también puede significar que el cuerpo no está recibiendo suficientes ácidos grasos omega-3, un tipo de grasa saludable. Sin embargo, los alimentos fritos suelen tener un alto contenido en grasas y estas grasas no son saludables. Comer demasiado hará que el cuerpo sea susceptible a las infecciones. En lugar de comer alimentos fritos, las personas deberían complementar su dieta con grasas saludables presentes en los frutos secos y en los pescados grasos, como el salmón y el atún.
Otra razón sorprendente por la que ansiamos alimentos fritos es el exceso de zinc. Un estudio de la Universidad Cristiana de Texas (EE.UU.) demostró que las personas que absorben zinc en niveles superiores al promedio tienden a tener más antojo de alimentos fritos.
El zinc juega un papel importante en la síntesis de proteínas, la función inmune y muchos otros procesos bioquímicos. Sin embargo, sólo necesitamos zinc en pequeñas dosis. Demasiado zinc puede inhibir la absorción de cobre y causar indigestión. Para estar saludable, la cantidad máxima de zinc que se debe ingerir en el cuerpo cada día no es más de 40 mg.
Tenemos tendencia a desear comida chatarra, incluidos los alimentos fritos. La falta de sueño y el estrés emocional también pueden ser causas de esta condición. Los alimentos fritos son deliciosos y estimulan el centro de recompensa del cerebro, creando una sensación placentera al comerlos.
Tener antojo ocasional de comida frita no es perjudicial para la salud. Sin embargo, trate de no dejar que esta elección alimentaria se convierta en un hábito. Si los alimentos fritos son el plato principal de nuestras comidas, necesitamos ajustar nuestra dieta. Porque freír no sólo destruye algunos nutrientes de los alimentos sino que también promueve la formación de acrilamida.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) dice que la acrilamida es un compuesto formado a partir de una reacción química entre el azúcar y el aminoácido asparagina. A largo plazo, consumir demasiada cantidad de esta sustancia puede provocar cáncer, según Eat This, Not That!.
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