Un adulto necesita al menos 1.000 miligramos de calcio al día para mantener huesos fuertes. No sólo la leche sino también la berza son ricas en calcio. Este tipo de repollo también contiene muchos nutrientes que ayudan a prevenir el cáncer.
Una taza de berza cocida contiene aproximadamente 270 mg de calcio, 7,6 gramos de fibra, además de casi el 40% de las necesidades diarias de vitamina C y el 80% de las necesidades diarias de vitamina A. Las hojas de berza también son ricas en colina, ácido fólico, riboflavina, hierro y magnesio, según el sitio web de salud Healthline (EE. UU.).
Las hojas de berza contienen glucosinolato, que ayuda a combatir el cáncer.
Las hojas de berza no sólo son ricas en calcio sino que también contienen nutrientes que ayudan a prevenir el cáncer.
Además, la berza también contiene un fitoquímico llamado glucosinolato, que tiene efectos anticancerígenos. Algunas investigaciones sugieren que el consumo regular de berza y otras verduras de hojas verdes puede ayudar a prevenir el cáncer de esófago, páncreas, estómago, colorrectal y otros tipos de cáncer del tracto digestivo.
Los científicos han descubierto que el glucosinolato, cuando entra en el cuerpo, se convierte en isotiocianato. Este es un compuesto que puede inhibir los agentes que ayudan a los tumores a crecer y estimular el mecanismo de autodestrucción de las células cancerosas. Un estudio publicado en la revista Molecular Nutrition & Food Research descubrió que comer muchas verduras verdes, incluida la berza, puede reducir el riesgo de cáncer colorrectal en un 8% y el riesgo de cáncer de estómago en un 19%.
Mientras tanto, otro estudio publicado en la revista Cancer Epidemiology afirmó que comer entre 100 y 150 gramos de verduras crucíferas por semana puede reducir el riesgo de cáncer de páncreas hasta en un 40%. Este efecto es especialmente beneficioso en hombres, ex fumadores o personas con sobrepeso. Porque si comen la cantidad recomendada, su riesgo de padecer cáncer de páncreas se reduce casi en un 60%.
La mejor manera de comer berza
La mejor manera de aprovechar los nutrientes de las hojas de berza que combaten el cáncer es comerlas crudas. Esto se debe a que el glucosinolato necesita la acción de la enzima mirosinasa para convertirse en isotiocianato. Sin embargo, esta enzima se desactiva durante la cocción. Como resultado, el contenido de isotiocianato en las hojas de berza cocidas es menor que en las crudas.
Una buena forma de cocinar la berza conservando más nutrientes es cocinarla al vapor en lugar de hervirla. El tiempo de cocción al vapor de las hojas de berza es de solo 5 a 10 minutos hasta que estén cocidas, según Healthline .
Fuente: https://thanhnien.vn/loai-rau-vua-giau-canxi-vua-ngan-ung-thu-185241207122939427.htm
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