Según Griffiths, el hambre severa es impulsada por el impacto del conflicto en la producción agrícola, los daños a la infraestructura y a los medios de vida de las personas, las perturbaciones en los flujos comerciales, los graves aumentos de precios, las barreras al acceso humanitario y el desplazamiento en gran escala.
Los refugiados sudaneses se reúnen para ayudar a los heridos en los combates en la región occidental de Darfur del país. Foto: MSF
"Sin asistencia humanitaria urgente con productos básicos, casi 5 millones de personas en muchas partes de Sudán podrían caer en una grave inseguridad alimentaria en los próximos meses", escribió Griffiths en una nota al Consejo de Seguridad de la ONU.
A medida que empeora la seguridad, algunas personas en el oeste y centro de Darfur podrían trasladarse a zonas de hambruna para escapar de los enfrentamientos, dijo. El envío de ayuda transfronteriza desde Chad a Darfur es un “salvavidas vital”, afirmó Griffiths.
“Se estima que casi 730.000 niños en todo Sudán sufrirán desnutrición aguda grave, incluidos más de 240.000 niños en Darfur”, escribió Griffiths.
El 15 de abril del año pasado estallaron combates entre el ejército sudanés y las fuerzas paramilitares (RSF). Naciones Unidas estima que casi 25 millones de personas –la mitad de la población de Sudán– necesitan ayuda y unos 8 millones han sido desplazadas. Desde entonces la hambruna se ha vuelto cada vez más grave.
El Sr. Griffiths dijo que desde el comienzo del conflicto en Sudán, se han registrado más de 1.000 incidentes de acceso a la ayuda, lo que ha afectado negativamente a las operaciones humanitarias. En consecuencia, el 71% de los incidentes se debieron a conflictos o violencia intencional dirigida contra propiedades o trabajadores humanitarios.
Ngoc Anh (según Reuters)
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