Según Reuters, el terreno elevado y las escasas precipitaciones debidas al cambio climático durante muchos años, combinados con una urbanización masiva y una infraestructura obsoleta, han empeorado la situación. Algunos dijeron que ellos y sus vecinos tuvieron que pelearse por los suministros limitados.
En concreto, la Ciudad de México recibe agua principalmente de las lluvias entre mayo y agosto de cada año. Sin embargo, el clima inusualmente seco de los últimos años ha dejado los embalses de la ciudad agotados e incapaces de recuperarse.
Según el experto Andreas Prein, científico atmosférico del Centro Nacional de Investigación Atmosférica de Estados Unidos (NSF): "En México, tenemos que esperar hasta mayo o junio, hasta que las lluvias realmente aumenten significativamente, para tener una oportunidad de restaurar el agua en los embalses".
La escasez de agua afecta enormemente la vida de las personas.
“El cambio se está volviendo más extremo debido al cambio climático. Esto es lo que observamos a escala global”, añadió el experto.
El Sistema Cutzamala, una red de estaciones de bombeo, presas y otra infraestructura que suministra agua a cerca de 6 millones de personas, está bajo la mayor presión jamás vista, dijo el 31 de enero un representante de la empresa de agua SACMEX. Mientras tanto, los funcionarios locales también admitieron que se trata de un nivel de agua bajo "sin precedentes" y pidieron a la gente cambiar sus hábitos para ahorrar lo máximo posible.
Los datos del gobierno mostraron que el Sistema Cutzamala estaba operando a solo el 39,7% de su capacidad el 29 de enero, menos que aproximadamente el 41% en diciembre de 2023 y el 54% en esta época el año pasado.
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