La Propuesta de Proyecto Complementario de Desarrollo Socioeconómico en 2025 con la meta de lograr un crecimiento del 8% o más es el primer contenido considerado y comentado por la 9ª Sesión Extraordinaria de la 15ª Asamblea Nacional en la sesión inaugural del 12 de febrero de 2025.
En el Proyecto, el Gobierno propuso que la Asamblea Nacional ajuste el objetivo de la tasa de crecimiento del producto interno bruto (PIB) al 8% o más en lugar del nivel actual. Crecimiento del PIB La Asamblea Nacional aprobó en su octava sesión, que tendrá lugar en noviembre de 2024, un aumento de entre el 6,5% y el 7%, y aspira a alcanzar el 7% o el 7,5%. Lograr esta tasa de crecimiento en 2025 sentará una base sólida para lograr un crecimiento de dos dígitos durante un largo período de tiempo, a partir de 2026.
En un esfuerzo por promover el crecimiento económico, desde los primeros días, en el primer trimestre de 2025, el Comité Permanente del Gobierno se reunió con las empresas para discutir soluciones para apoyar a las empresas privadas para acelerar y lograr avances, contribuyendo al desarrollo rápido y sostenible del país en la nueva era. Este evento no sólo alienta y motiva el espíritu empresarial sino que también demuestra la confianza del Partido, el Estado y el Gobierno al confiar la gran responsabilidad a la comunidad empresarial vietnamita en el umbral de la historia del país.
Después de casi 40 años de innovación, hasta la fecha, la comunidad empresarial vietnamita ha crecido fuertemente tanto en cantidad como en calidad, con más de 940 mil empresas en funcionamiento, más de 30 mil cooperativas y más de 5 millones de hogares empresariales individuales. La fuerza empresarial afirma cada vez más su importante posición y papel en el desarrollo socioeconómico, la industrialización y la modernización del país, contribuyendo con alrededor del 60% del crecimiento del PIB, el 98% del volumen total de las exportaciones y creando empleos para el 85% de la fuerza laboral del país. Algunas empresas se han desarrollado y alcanzado niveles regionales y mundiales, participando proactivamente y afirmando su posición y papel en la cadena de suministro global, contribuyendo a mejorar la posición y la reputación de Vietnam en el ámbito internacional.
Sin embargo, las empresas vietnamitas aún tienen muchas limitaciones y su potencial y espacio para el desarrollo no se han explotado eficazmente. Aunque han aparecido grandes empresas privadas, que valen miles de millones de dólares y son competitivas a nivel mundial, la mayoría de ellas son pequeñas y micro, tienen una competitividad débil y sus actividades comerciales aún son estacionales y carecen de visión estratégica. Cabe destacar que el impulso de crecimiento de las empresas vietnamitas se está desacelerando después de la pandemia de Covid-19.
Si antes de 2019 la relación entre las nuevas empresas que entraban al mercado y las que salían del mismo era de 3 veces, en 2024 esta relación se reducirá a 1,18 veces. Junto con eso, existe una situación en la que el número total de empresas de nueva creación y de empresas que regresan al mercado es menor que el número total de empresas que suspenden temporalmente sus actividades y se declaran en quiebra al mismo tiempo. Esto demuestra que, si bien el entorno de inversión empresarial ha mejorado, aún no ha satisfecho las necesidades de desarrollo de las empresas en particular ni el desarrollo de la economía en general.
En la realidad, la promulgación de políticas jurídicas todavía está orientada principalmente a la gestión y supervisión más que al desarrollo, lo que genera superposición de documentos jurídicos y causa dificultades en su implementación. Los mayores cuellos de botella legales se concentran en dos áreas, incluida la movilización, asignación y uso de recursos, y en leyes especializadas, más claramente en los sectores empresariales condicionales. Éstas son también las cuestiones que las empresas y los empresarios se proponen persistentemente resolver cada vez que tienen la oportunidad de trabajar con el Gobierno y el Primer Ministro.
En el contexto en que la situación mundial continúa evolucionando de manera compleja e impredecible, aumentar proactivamente la capacidad endógena para promover el crecimiento es una necesidad urgente. Sin promover el desarrollo de la comunidad productiva y empresarial, los objetivos de crecimiento serán difíciles e insostenibles. Se espera que los esfuerzos de reforma institucional implementados junto con la revolución de racionalización de los aparatos eliminen los cuellos de botella institucionales, liberen los recursos de inversión para el desarrollo y desaten el impulso del crecimiento del sector empresarial.
La reforma institucional no puede separarse del desarrollo de las fuerzas empresariales, especialmente de las empresas privadas nacionales. Las empresas necesitan impulso para abrirse paso y sólo las instituciones pueden brindarlo. Cuando se reavive el espíritu emprendedor, las empresas asumirán las grandes y difíciles tareas que enfrenta el desarrollo del país y se convertirán en una fuerza que participe en la búsqueda de soluciones al problema del crecimiento económico de dos dígitos. En el contexto actual, los empresarios y las empresas son los principales agentes de la revitalización nacional, ayudando a la gente a ser próspera y feliz.
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