No existe una fórmula única para la crianza de los hijos. Todos los padres cometen errores y errores a veces, pero existen tabúes que los padres no deben cometer si quieren que sus hijos se desarrollen integralmente y tengan una fuerza interior fuerte y resiliente.
No malcríes a tus hijos
Los padres que consienten a sus hijos les dificultan desarrollar paciencia, perseverancia y resistencia. Esta virtud es esencial para que cuando crezcan, los niños no se derrumben fácilmente ante dificultades, presiones o acontecimientos inesperados.
La psicóloga estadounidense Esther Wojcicki afirma que los niños pacientes suelen tener confianza en sí mismos, capacidad de "recuperarse" y se recuperan mejor del fracaso. Los niños también pueden recuperar el impulso más rápidamente para seguir trabajando en lo que hay que hacer.
No hay que malcriar a los hijos, pero los padres tampoco deben tratarlos con dureza. Los padres deben establecer expectativas apropiadas para sus hijos y enseñarles a ser disciplinados y responsables. De esta manera, los padres entrenarán a sus hijos para que sean autosuficientes, autocontrolados y automotivados, porque los niños saben exactamente lo que tienen que hacer cada día, como estudiar por sí solos, jugar por sí solos, ayudar proactivamente a los padres con las tareas del hogar...
Cuanto más confíen los padres en la disciplina y el sentido de responsabilidad de sus hijos, más se esforzarán éstos por completar sus tareas personales, mejorar y comportarse de forma más madura.
No castigues a tus hijos cuando cometan errores.
Aprender a reparar el daño después de cometer un error de manera positiva es una habilidad de vida muy importante. Castigar constantemente a los niños cada vez que cometen errores puede parecer un castigo educativo, pero envía la señal equivocada de que los errores son vergonzosos.
En el viaje de crecer, los niños tendrán que aprender, experimentar mucho e inevitablemente cometer errores. Los padres deben ayudar a sus hijos a ver que los errores son sólo un revés temporal y que pueden aprender de ellos para seguir adelante.
La psicóloga estadounidense Amy Morin enfatiza que los padres deben ayudar a sus hijos a ver qué pueden aprender de cada error específico. Esto ayudará a los niños a desarrollar la confianza que necesitan para progresar. Los padres pueden compartir sus propias historias o recopilar historias sobre personas famosas que superaron fracasos tempranos para contárselas a sus hijos y ayudarlos a inspirarse para perseverar.
De hecho, las personas más exitosas también tienen que pasar por fracasos, aprenden constantemente de los fracasos, para finalmente lograr sus objetivos. Para que los niños puedan tener éxito en la vida adulta, desde una edad temprana necesitan tener las habilidades para concentrarse en las cosas que no están bien en ellos mismos, arreglarlas y mejorarlas, para progresar rápidamente.
El pensamiento positivo temprano ante los errores y fracasos ayudará a los niños a saber cómo convertir los reveses en oportunidades de aprendizaje y práctica para progresar.
Los padres deben ayudar a sus hijos a ver qué pueden aprender de cada error específico (Ilustración: iStock).
No negativo, pesimista
La vida siempre está llena de dificultades y desafíos, fácilmente nos volvemos negativos y pesimistas. Sin embargo, una vez que seas padre, recuerda siempre que tu actitud ante la vida afectará directamente a tus hijos.
La psicóloga estadounidense Michele Borba afirmó que los niños positivos y optimistas tienen mejores habilidades para superar las dificultades y los desafíos. La personalidad de los niños se hereda mucho de sus padres. Los padres que siempre son negativos y pesimistas también afectarán a sus hijos, haciéndolos débiles, negativos y que se dan por vencidos fácilmente ante las dificultades.
Cuando usted o su hijo se enfrenten a una situación difícil, diga con calma: "Está bien, superaremos esto juntos". Su calma y su espíritu positivo y optimista ayudarán a su hijo a aprender gradualmente a controlar su propia psicología y comportamiento.
No te enojes cuando tu hijo haga muchas preguntas.
A veces los padres tienen que pedir a sus hijos que dejen de hacer preguntas, pero si no están ocupados, los padres deben nutrir pacientemente la curiosidad y el deseo de aprender de sus hijos. Los niños aprenden más rápido, aprenden más y recuerdan durante más tiempo cuando están en un estado de curiosidad.
El psicólogo estadounidense Kumar Mehta dijo que los padres de las personas más exitosas del mundo son a menudo los que priorizan el aprendizaje y la adquisición de conocimientos de sus hijos.
Estos padres a menudo alientan y nutren hábilmente la curiosidad de sus hijos sobre el mundo que los rodea. Consideran que responder las preguntas que les hacen sus hijos es una tarea seria e importante que no puede realizarse de manera descuidada o superficial.
Los niños que son pacientes suelen tener más confianza y mejor capacidad de “rebote” (Ilustración: iStock).
No reacciones exageradamente.
Es fácil que los padres se preocupen demasiado por los problemas que enfrentan sus hijos, como una puntuación baja en un examen o una discusión con un amigo en la escuela. La preocupación excesiva, incluso el catastrofismo, nunca trae resultados positivos en la crianza de los hijos.
Lo que más debería preocupar a los padres es su propia psicología y comportamiento, porque eso es lo que sus hijos observarán y de lo que aprenderán. Los padres no deben permitirse vivir en el estrés, la ansiedad, la ira, los regaños...
La psicóloga estadounidense Aliza Pressman dijo que los padres deben practicar el espíritu de "nada es demasiado importante". Esta forma de pensar ayudará a los padres a estar más tranquilos para afrontar todo lo que sucede en la vida.
Cuando se trata de ser padres, la mayor parte de lo que sucede en la vida cotidiana de un niño no es una emergencia. Los padres deben aprender a afrontar la situación con calma y buscar poco a poco una solución.
Los padres que a menudo viven en ansiedad y estrés tendrán un enorme impacto negativo en la salud mental de sus hijos, haciéndolos ansiosos, menos felices y menos activos. Esto hará que los niños pierdan la motivación para intentarlo, se vuelvan inseguros, infelices y no se atrevan a tomar riesgos en momentos importantes de la vida.
Si te sientes ansioso y sin compostura, los padres deberían decirse a menudo que la situación que enfrentan probablemente no sea tan grave como imaginan. Así que tómate un momento para calmarte y manejar las cosas con calma.
Según CNBC
Fuente: https://dantri.com.vn/giao-duc/5-dieu-cha-me-can-tranh-neu-muon-nuoi-day-con-manh-me-va-thanh-cong-20240927104644881.htm
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