Además, algunas frutas tienen un alto contenido de azúcar. Comer poco antes de acostarse hará que este azúcar no sea utilizado completamente por el cuerpo y se convierta en exceso de grasa, según el sitio web de salud Medical News Today (Reino Unido).
La piña contiene la enzima bromelina, que estimula la secreción de ácido estomacal, y debe evitarse antes de acostarse.
Las frutas cuyo consumo se debe limitar justo antes de acostarse incluyen:
Frutas cítricas
Las frutas cítricas como las naranjas, mandarinas, pomelos y limones son muy ácidas. Comer poco antes de acostarse puede causar acidez estomacal o reflujo ácido, lo que provoca dificultad para dormir. Los altos niveles de acidez de las frutas cítricas también irritan el revestimiento del estómago, agravando los problemas digestivos, especialmente en personas con enfermedad por reflujo gastroesofágico. .
Piña
La piña contiene una enzima llamada bromelina que ayuda a la digestión. Sin embargo, esta enzima provocará malestar digestivo si se consume en grandes cantidades o con el estómago vacío. No sólo eso, la enzima bromelina también estimula la secreción de ácido estomacal y aumenta el riesgo de reflujo.
Sandía
La sandía es rica en agua, por lo que tiene un muy buen efecto para calmar la sed. Esta fruta es muy adecuada para personas que acaban de realizar ejercicio. Sin embargo, no debemos comer mucho cuando se acerca la hora de acostarnos.
Beber demasiada agua hará que el cuerpo excrete más líquido a través de la orina, lo que provoca micción frecuente y causa insomnio. Comer mucha sandía cerca de la hora de acostarse también puede causar hinchazón, especialmente en personas con sistemas digestivos sensibles.
Banana
A menudo se recomienda comer plátanos cerca de la hora de acostarse por su contenido en potasio y magnesio, que nos ayudan a conciliar el sueño más fácilmente. Sin embargo, las personas no deben comer demasiados plátanos porque esta fruta tiene un alto contenido de azúcar y aumentará rápidamente el azúcar en la sangre.
Los niveles altos de azúcar en sangre nos hacen estar más alerta y tener dificultad para conciliar el sueño. No sólo eso, este exceso de azúcar se convertirá en exceso de grasa y provocará aumento de peso, según Medical News Today .
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