El conflicto entre Israel y Hamás plantea muchos problemas difíciles para el Estado judío y los países árabes y musulmanes.
El conflicto entre Israel y Hamás se está volviendo cada vez más complicado a medida que los soldados de las FDI avanzan profundamente en la Franja de Gaza. (Fuente: AP) |
Lo mismo, diferente
La cumbre conjunta extraordinaria entre la Liga Árabe (LA) y la Organización de Cooperación Islámica (OCI) sobre el conflicto entre Israel y Hamás, celebrada el 11 de noviembre, es la mayor cumbre de los dos bloques desde que estallaron los enfrentamientos el 7 de octubre. Por ello, la reunión recibió especial atención de la comunidad internacional. Los resultados de este acontecimiento muestran señales no menos notables.
Por una parte, la resolución de 31 párrafos subraya la importancia de una paz “justa, duradera y equitativa de dos Estados” en la Franja de Gaza. Los países musulmanes y árabes mostraron unanimidad al utilizar las palabras más duras para criticar a Israel. La resolución rechaza el argumento de que los ataques de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) fueron en defensa propia y estaban justificados.
Al mismo tiempo, los dos bloques pidieron al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que adopte una resolución vinculante para impedir el comportamiento "asertivo" de Israel. Otro punto destacado es la resolución que insta a los países a dejar de exportar armas y municiones a Israel para que las Fuerzas de Defensa de Israel puedan utilizarlas en operaciones militares.
Por otra parte, la resolución no menciona sanciones económicas y políticas específicas contra Israel. Estas medidas incluyen: bloquear la transferencia de armas estadounidenses a Israel desde bases estadounidenses en la región; congelar todas las relaciones diplomáticas y económicas con Israel; amenazan con utilizar el petróleo como palanca; bloquear los vuelos israelíes hacia o a través del espacio aéreo árabe y enviar una delegación a Estados Unidos, Europa y Rusia para presionar por un alto el fuego.
Los países que se opusieron a incluir esta propuesta en la resolución final fueron Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Bahréin, Sudán, Marruecos, Mauritania, Yibuti, Jordania y Egipto.
Al comentar esta situación, el presidente sirio Bashar al-Assad dijo: “Si no tenemos herramientas reales para ejercer presión, todos nuestros pasos o declaraciones serán inútiles”. “Cuando se analiza la declaración, se ve que los líderes árabes y musulmanes no tienen ningún mecanismo para impulsar un alto el fuego y corredores humanitarios”, escribió el periodista de Al-Jaazera (Qatar), Hashem Ahelbarra.
La unidad en las opiniones sobre Israel, pero la división en cómo tratar a este país, sigue siendo un problema que acecha al bloque árabe y musulmán en el futuro.
Bajo nueva presión
Desde otra perspectiva, The Economist (Reino Unido) comentó que el Estado judío también enfrenta muchas preguntas y pocas respuestas. En primer lugar, las FDI están logrando un progreso militar significativo al eliminar con éxito a muchos generales y altos comandantes de Hamás y tomar el control del edificio del Parlamento de este movimiento islámico en la Franja de Gaza. Al mismo tiempo, soldados israelíes llegaron al hospital Al-Shifa, epicentro de enfrentamientos y disputas.
Al mismo tiempo, el 14 de noviembre, el Washington Post (EE.UU.) citó a un alto funcionario diciendo que Israel y Hamás estaban a punto de llegar a un acuerdo para intercambiar 70 rehenes retenidos en la Franja de Gaza por 275 palestinos detenidos en el Estado judío. Según el funcionario, que pidió no ser identificado, el brazo armado de Hamás informó al mediador qatarí que estaba dispuesto a liberar a 70 mujeres y niños a cambio de un alto el fuego de cinco días, junto con 200 niños palestinos y 75 mujeres detenidas en Israel.
Por otra parte, Israel se enfrenta a muchos problemas difíciles. A medida que avanza la campaña de las FDI, el Estado judío se ve sometido a una presión cada vez mayor por parte de los bloques árabe, musulmán y occidental. El ministro de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, afirmó que la presión diplomática de la comunidad internacional aumentará en las próximas 2-3 semanas. Francia ha pedido recientemente a Israel que ponga fin a su campaña ofensiva. El asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, afirmó que el país “no quiere ver disparos en hospitales, donde personas inocentes, pacientes que reciben tratamiento, quedan atrapados en el fuego cruzado”.
Israel ahora ha acordado un alto el fuego humanitario de cuatro horas cada día y abrir varios corredores humanitarios. Sin embargo, esto claramente no es suficiente para reducir la presión mencionada.
Más importante aún, escribiendo en Foreign Policy (EE.UU.), el Sr. Raphael S. Cohen, Director del Programa de Estrategia y Propaganda del Proyecto de la Fuerza Aérea de la Corporación RAND (EE.UU.), comentó que una vez que se detenga la campaña terrestre, las FDI tendrán dificultades para eliminar completamente a los militantes islámicos, que se esconden y luchan bajo 500 kilómetros de túneles en la Franja de Gaza.
Junto con el rescate de los rehenes y la respuesta al ataque de Hamas, éste es uno de los principales objetivos de la coalición gobernante de extrema derecha en este momento. Por lo tanto, el incumplimiento de estos objetivos podría colocar al Primer Ministro Benjamin Netanyahu, ya bajo críticas después del 7 de octubre, en una posición aún más difícil. Con su amplia experiencia, ¿encontrará este político la "sabiduría" necesaria?
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