Regulaciones específicas
El Partido y el Estado tienen regulaciones muy claras y específicas sobre la responsabilidad individual ante el colectivo de los cuadros, militantes, jefes de organismos y unidades basadas en el principio: a mayor cargo, mayor responsabilidad.
Recientemente, en nombre del Politburó, la miembro permanente del Secretariado, jefa de la Comisión de Organización Central, Truong Thi Mai, firmó y emitió el Reglamento No. 142-QD/TW del 23 de abril de 2024, que regula la asignación piloto de autoridad y responsabilidad a los líderes en el trabajo de personal. El presente reglamento establece el alcance, los temas, los principios, la autoridad y las responsabilidades del jefe en la ejecución piloto del trabajo de personal, incluyendo: Presentar al personal electoral, designar a los suplentes del jefe; elegir miembros adicionales del comité permanente del Comité del Partido del mismo nivel; Nombrar y destituir a los líderes subordinados directamente bajo la autoridad de gestión.
Es de destacar que el jefe es responsable de sus decisiones incluso después de transferirse de trabajo o jubilarse en los siguientes casos: Presentar cuadros para elección o nombramiento sin imparcialidad y objetividad, no asegurando estándares, condiciones, cualidades políticas, ética, estilo de vida y capacidad de trabajo; Despido de funcionarios sin garantizar causales y procedimientos conforme a la reglamentación.
El Reglamento 142 es el siguiente paso para mejorar el papel y la responsabilidad del jefe. Cuanto mayor sea el rol, mayor será la responsabilidad, incluyendo el despido y la renuncia si no se cumple con ella. El Reglamento No. 41-QD/TW del 3 de noviembre de 2021 del Comité Ejecutivo Central también estipula específicamente la destitución y renuncia de funcionarios. En este reglamento se distinguen claramente los conceptos de “despido” y “renuncia”.
El despido según el Reglamento Nº 41-QD/TW es la decisión de la autoridad competente de permitir que un funcionario abandone su puesto antes del final de su mandato o período de nombramiento debido a incumplimiento de los requisitos del puesto, pérdida de prestigio o violaciones, pero no hasta el punto de una acción disciplinaria que requiera el despido. La renuncia es cuando un funcionario solicita voluntariamente dejar un cargo antes de concluir su período o nombramiento y es aprobada por una autoridad competente.
En particular, las bases para considerar la destitución o renuncia relacionada con la responsabilidad del jefe incluyen los siguientes casos: Destitución del jefe cuando el organismo, unidad bajo su dirección, responsabilidad o subordinados directos cometen actos de corrupción o negatividad muy graves; Los líderes que abusen de sus posiciones y poderes asignados para condonar, encubrir o ayudar a la corrupción y la negatividad serán considerados para renunciar dependiendo de la naturaleza y gravedad de las violaciones; Renuncia de un dirigente cuando el organismo, unidad bajo su dirección, responsabilidad o subordinados directos están involucrados en hechos graves de corrupción o negatividad.
En el ejercicio de sus funciones y del servicio público, los jefes de organismos, organizaciones y unidades del Estado deben cumplir también el régimen de responsabilidad prescrito en el Decreto Nº 157/2007/ND-CP del 27 de octubre de 2007 del Gobierno. En consecuencia, además de ser responsable de todas las actividades de la agencia, organización o unidad que le corresponde dirigir, el jefe también tiene la responsabilidad de dar ejemplo: Ser ejemplar y cumplir estrictamente con las directrices, políticas y lineamientos del Partido, las leyes del Estado y las instrucciones de los superiores. Cuanto más alto sea el nivel de liderazgo, mayor debe ser el papel ejemplar.
Implementación unánime
Las normas del Partido y del Estado sobre la responsabilidad ejemplar, la responsabilidad de los dirigentes y la destitución y renuncia de funcionarios han sido apoyadas por los funcionarios, los militantes del Partido y las masas, especialmente en el manejo de casos negativos y de corrupción recientes.
Recientemente, muchos funcionarios que ocupaban puestos importantes en el sistema político, desde el nivel central hasta el local, han sido destituidos o removidos de sus cargos. Entre ellos, había funcionarios que "violaron las normas sobre lo que no se les permite hacer a los miembros del partido, las normas sobre la responsabilidad ejemplar de los funcionarios y miembros del partido, en primer lugar los miembros del Politburó, los miembros del Secretariado, los miembros del Comité Ejecutivo Central y los líderes responsables según las normas del Partido y las leyes del Estado. Dichas violaciones y deficiencias generaron mala opinión pública, afectando el prestigio del Partido, del Estado y del camarada personalmente".
La destitución de funcionarios y militantes del Partido, incluidos los que ocupan altos cargos, tiene como objetivo construir un aparato limpio y fuerte del Partido y del Estado, demostrar la supremacía de la ley, difundir el sentido de responsabilidad política entre los miembros del Partido y fortalecer la confianza del pueblo en el Partido.
Al mismo tiempo, esta es también una manera de que los cuadros se examinen y corrijan periódicamente, como "cepillarse los dientes y lavarse la cara todos los días", considerando el honor superior a la autoridad, el título o el salario y los intereses personales.
La formación y el entrenamiento son un proceso que dura toda la vida para los cuadros y miembros del partido. Sin una capacitación regular, los líderes, independientemente de su nivel o de lo mucho que hayan aportado, perderán prestigio y serán incapaces de cumplir con las responsabilidades asignadas por la organización. La renuncia es una forma de asumir la responsabilidad por los errores de su unidad y de sus subordinados.
El Reglamento No. 41-QD/TW brinda a los líderes de todos los niveles la oportunidad de regresar voluntariamente a sus puestos actuales cuando sienten que ya no son dignos, demostrando responsabilidad política hacia el Partido y el pueblo.
Los dirigentes de todos los niveles, desde el local hasta el central, que han sido disciplinados, destituidos o removidos de sus cargos en los últimos tiempos demuestran que la lucha contra la corrupción y la negatividad de nuestro Partido y Estado realmente no tiene excepciones ni áreas prohibidas. Es por ello que el proceso de selección de personal ha logrado un alto consenso dentro del Partido y la opinión pública. Esto también contribuye significativamente a mantener la estabilidad política y social del país.
Los militantes del Partido y las masas comprenden que es necesario reforzar la disciplina del Partido y las leyes estatales para la causa común del país, y debe promoverse la responsabilidad ejemplar de los dirigentes para que sus deberes sean proporcionales a sus poderes. El objetivo de la construcción y rectificación del Partido debe llevarse a cabo con perseverancia, con mayor determinación y con acciones más drásticas.
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