El Instituto Lowy de Estudios de Política Internacional, con sede en Sidney (Australia), acaba de publicar el Mapa de Ayuda del Sudeste Asiático, que proporciona información sobre las fuentes de financiación para más de 100.000 proyectos de desarrollo financiados por casi 100 países y organizaciones internacionales entre 2015 y 2021.
Según el informe, el Sudeste Asiático recibió alrededor de 200.000 millones de dólares (28.000 millones de dólares al año) en financiación oficial para el desarrollo, principalmente en forma de préstamos para proyectos de infraestructura durante este período.
China fue el principal proveedor de financiación para el desarrollo de la región entre 2015 y 2019, pero quedó detrás del Banco Asiático de Desarrollo (BAsD) y el Banco Mundial (BM) durante la pandemia de Covid-19.
Según el investigador Alexandre Dayant del Instituto Lowy, el entorno económico de China ha cambiado y la economía del país se está desacelerando. Como resultado, muchos quieren que Beijing priorice el mercado interno en lugar de gastar dinero en el extranjero.
Beijing también ha encontrado obstáculos en varios megaproyectos de infraestructura en el sudeste asiático, incluido el enlace ferroviario de la Costa Este en Malasia y el retrasado ferrocarril de alta velocidad Yakarta-Bandung en Indonesia, según Dayant.
China ha financiado proyectos de infraestructura en todo el sudeste asiático, incluido el ferrocarril Yakarta-Bandung en Indonesia. Foto: ABC News
La contribución de China al Sudeste Asiático ha caído de 7.600 millones de dólares en 2015 a 3.900 millones de dólares en 2021, según el Instituto Lowy.
Entre 2015 y 2021, China desembolsó 37.900 millones de dólares (casi el 20% de los recursos financieros totales del Sudeste Asiático), equivalentes a 5.530 millones de dólares al año.
La financiación china, principalmente préstamos, se ha utilizado para apoyar importantes proyectos de infraestructura en la región, incluidos proyectos ferroviarios de alta velocidad en Malasia, Indonesia y Tailandia.
En 2015, China proporcionó alrededor del 24% de la financiación oficial para el desarrollo de la región. En 2021, esa cifra se había reducido al 14%, según el Instituto Lowy.
El enlace ferroviario de la Costa Este de Malasia, financiado por China, es un importante proyecto de infraestructura en el marco de la Iniciativa del Cinturón y la Ruta. Foto: SCMP
Si bien la ayuda de China ha disminuido, otros países y socios, incluidos Estados Unidos, Australia y Japón, han intensificado su apoyo a la región para competir con Beijing por la influencia, dijo Roland Rajah, economista senior del Instituto Lowy.
“Las crecientes tensiones geopolíticas entre China y los gobiernos occidentales han hecho de la financiación del desarrollo, especialmente de la infraestructura, un medio para competir por la influencia”, afirmó Rajah.
Nuevos socios también han intensificado el apoyo financiero en la región. El Banco Islámico de Desarrollo, con sede en Arabia Saudita, también ofrece préstamos no concesionales por unos 225 millones de dólares al año, principalmente a Indonesia y la India.
Sin embargo, la mayor parte de la financiación para el desarrollo de la región (80%) todavía proviene de socios tradicionales como los bancos de desarrollo, Japón, Corea del Sur, la Unión Europea (UE), Estados Unidos y Australia, según el informe de Lowy.
Después de China se sitúan Japón, con 28.200 millones de dólares de financiación, y Corea del Sur, con 20.400 millones, seguidos de Alemania, Estados Unidos, Australia y Francia, con importes que oscilan entre 5.340 y 8.500 millones de dólares .
Nguyen Tuyet (según Al Jazeera, ABC News)
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