Una voz familiar sonó a su lado, lo que hizo que Minh se detuviera. "¿Señor Minh?".

Se dio la vuelta y de repente su corazón dio un vuelco. Es Lan. No se han visto desde hace diez años. Ella se sentó en la silla de enfrente, sus ojos todavía tan profundos como siempre, excepto que había una tristeza distante en su mirada.

Se amaron en su juventud, cuando ambos dejaron su ciudad natal para ir a la ciudad a buscarse la vida. El primer amor es puro pero también lleno de tormentas. Una vez soñaron con un futuro juntos, pero terminaron perdiéndose el uno al otro en medio de las presiones de ganarse la vida. Un día, Minh recibió un mensaje de ruptura de Lan. Sin explicación. Él estaba herido, enojado y se convenció de que ella nunca lo amó lo suficiente.

Ahora, ella estaba sentada justo frente a él, también regresando a su ciudad natal después de todos estos años. "¡Ha pasado mucho tiempo!" - Lan sonrió levemente, su voz un poco vacilante.

"Sí, hace mucho tiempo." Minh respondió, con las manos entrelazadas inconscientemente.

Empezaron a charlar. De vuelta a casa, de vuelta con viejos amigos, de vuelta al trabajo. Pero ambos evitaron mencionar lo que pasó entre ellos. Hasta que Minh soltó: "En aquel entonces... ¿por qué rompiste conmigo tan de repente?".

Lan inclinó la cabeza y sus dedos giraron suavemente el viejo anillo de plata en su mano. ¿Recuerdas la última vez que nos vimos? Esa noche te escribí una carta. Pero probablemente nunca la recibiste.

Minh frunció el ceño. "¿Qué carta? No lo sé."

Tu madre lo guardó. Vino a verme y me dijo que necesitabas una esposa que te cuidara, no una chica que no sabía quién era su padre y que siempre luchaba por llegar a fin de mes como yo. Iba a ignorar lo que decía, pero ese día... te vi con otra chica. Las dos reían y bromeaban alegremente. Pensé... que quizá tenía razón.

Minh se quedó atónito, desconcertado por un momento, luego exclamó: "No lo entendiste. Ella es solo mi prima".

Lan se rió, pero tenía los ojos rojos. Pero en ese momento, no lo sabía. Era solo una chica de veintitantos años... Decidí irme porque pensé que era lo mejor para ambos.

Minh respiró profundamente. Él nunca imaginó que durante todos estos años, se perderían el uno al otro solo por un malentendido y unas cuantas palabras descuidadas. Si aquel día hubiera persistido en encontrarte; Si ese día ella hubiera tenido el coraje de preguntarle una vez... ¿seguirían juntos ahora?

Continuaron hablando, evocando capa tras capa viejos recuerdos. Lan cuenta los días en que dejó la ciudad y regresó a su ciudad natal con el corazón roto. Ella intenta construir una nueva vida, pero no es fácil. Ella estaba casada, pero el matrimonio no era feliz. Su marido era abusivo y excesivamente controlador. Finalmente se divorció después de tres años de sufrimiento.

Minh se quedó en silencio. Él no esperaba que Lan pasara por esas cosas. Se culpó a sí mismo por no buscarla, por no entender la verdad.

Minh también tiene su propia historia. Después de perder a Lan, se dedicó a trabajar y se convirtió en un hombre exitoso pero solitario. He amado a algunas personas, pero nadie me dio el sentimiento que Lan me dio. Y ahora, en ese tren, al mirarla a los ojos, comprendió que su corazón no había olvidado verdaderamente su primer amor.

Minh miró a Lan por un largo tiempo. Afuera la lluvia todavía golpea firmemente contra el cristal, como los latidos silenciosos del recuerdo. De repente su corazón se sintió pesado por lo que había pasado y lo que no se había dicho.

"Si hubiera recibido tu carta ese día, ¿habríamos sido diferentes?" Minh habló con voz ronca y sus ojos clavados en Lan.

Lan sonrió tristemente. Nadie sabe qué pasará, ¿verdad? Quizás sigamos separados, quizás no. Pero quizás no habría tenido que pasar esos años sola.

Minh apretó los puños. Una punzada de culpa me invadió el pecho. Solía ​​culparse y decirse a sí mismo que debía olvidar, pero ahora que se revela la verdad, solo siente arrepentimiento. Arrepentimiento por un amor perdido durante muchos años por culpa de malentendidos y un dolor innecesario.

El tren continuó avanzando a toda velocidad, balanceándose ligeramente con cada curva. Las luces amarillas brillaron en el rostro de Lan, haciéndola lucir extrañamente frágil. Minh de repente se dio cuenta de que no importaba cuántos años hubieran pasado, en su corazón, ella seguía siendo la chica de años atrás, la que una vez amó con todo su corazón.

"Lan... ¿cómo estás ahora?" - Minh preguntó suavemente.

Lan inclinó la cabeza ligeramente y sus ojos siguieron las gotas de lluvia que rodaban por la ventana de cristal. Estoy bien. El divorcio no es el final, solo es una oportunidad para empezar de nuevo. Ahora tengo un trabajo estable, una vida sencilla y... ya nadie puede hacerme daño.

Minh escuchó que su corazón se apretó. Podía oír la fuerza en su voz, pero también la soledad oculta.

"¿Qué pasa contigo?" - Lan preguntó de nuevo y buscó la respuesta en sus ojos.

Minh sonrió suavemente. "Estoy bien. Pero quizás hay cosas que, por mucho éxito que tengas, no puedes llenar".

Lan no preguntó más, simplemente asintió levemente. Entre ellos no había necesidad de decir mucho, porque el silencio hablaba por sí solo.

El tren disminuyó gradualmente la velocidad, indicando que se acercaba a la estación. Lan miró hacia afuera y luego se volvió hacia Minh; su voz era tan ligera como la brisa: "¡Hay cosas que no se pueden devolver, pero también hay cosas que no son demasiado tarde, hermano!".

Minh se quedó atónito. Él la miró profundamente a los ojos, como si buscara algo. Y entonces, en la luz amarilla del tren nocturno, vio un rayo de esperanza.

"Si hay otra oportunidad ¿te gustaría intentarlo de nuevo conmigo?" Minh habló lentamente pero con firmeza.

Lan lo miró durante un largo rato y luego sonrió suavemente.

El tren se detuvo. Y ellos, por primera vez en diez años, caminaron juntos por un camino que nunca pensaron que volverían a recorrer juntos.

Le Ngoc Son