(NLDO) - La "clave para la vida" de planetas como la Tierra se creó cuando nuestro universo tenía sólo entre 100 y 200 millones de años.
Un estudio publicado recientemente en la revista científica Nature Astronomy muestra que la aparición de planetas con vida como nuestra Tierra estuvo determinada desde que el universo era "recién nacido".
Eso fue alrededor de 100 a 200 millones de años después del evento Big Bang que creó el universo, o hace más de 13,6 a 13,7 mil millones de años.
Gráfico que representa la historia profunda del agua en la Tierra - Foto: Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica
El astrónomo Daniel Whalen, de la Universidad de Portsmouth (Reino Unido), y sus colegas han demostrado que entre 100 y 200 millones de años después del Big Bang apareció la "clave de la vida": el agua.
Esta línea de tiempo es miles de millones de años anterior a los descubrimientos anteriores.
Para determinar si un planeta tiene vida, la condición principal que buscan los científicos es que tenga agua y esté ubicado en el lugar correcto en su sistema estelar, para que el agua pueda permanecer líquida.
Se ha demostrado desde hace mucho tiempo que el agua en la Tierra y otros planetas habitables proviene del espacio, a través de la "siembra" de asteroides y cometas durante la formación planetaria que se convirtieron en océanos y ríos.
Pero de dónde en el universo surgió el agua, esa sigue siendo la gran pregunta.
Según Sci-News, una nueva investigación muestra que el agua nació directamente de la muerte de estrellas de Población III.
Las estrellas de población III son el primer grupo de estrellas del universo, nacidas en el oscuro y químicamente monótono mundo del espacio: sólo hidrógeno, helio, litio, así como pequeñas cantidades de bario y boro.
Se cree que las estrellas de Población III nacieron hace unos 150 millones de años; este estudio sitúa el período de tiempo entre 100 y 200 millones de años.
A diferencia del Sol, son extremadamente masivos y de vida muy corta.
Pero ese corto tiempo les bastó para llevar a cabo la misión que generaciones de estrellas siguen realizando: enriquecer la química del universo, forjando elementos más pesados en el interior de sus núcleos.
La estrella de Población III forjó el tesoro que utilizamos hoy: Oxígeno. Este oxígeno reaccionó rápidamente con el hidrógeno abundante en el universo primitivo, produciendo agua.
Esta hipótesis se determina a través de modelos y experimentos creados por el equipo de investigación.
Examinaron dos tipos de supernovas (estrellas muertas que explotan): supernovas de colapso del núcleo, que producen pequeñas cantidades de elementos pesados; y supernovas de Población III mucho más energéticas, que expulsan docenas de cúmulos de metales docenas de veces más masivos que el Sol.
Descubrieron que ambos tipos de supernovas ayudan a formar densos grupos de gas rico en agua.
Aunque la cantidad total de agua producida en estas supernovas de Población III es bastante modesta, están concentradas en regiones densas de gas, conocidas como núcleos de nubes, que se cree que son los lugares de nacimiento de estrellas y planetas.
Es probable que estas primeras regiones ricas en agua hayan sembrado la formación de planetas en el universo primitivo, mucho antes de que se formaran las primeras galaxias.
Esto implica que las condiciones necesarias para la formación de la vida existían mucho antes de lo que imaginábamos. Este es un avance significativo en nuestra comprensión del universo primitivo, afirmó el Dr. Whalen.
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Fuente: https://nld.com.vn/su-song-cua-chung-ta-da-duoc-an-dinh-137-ti-nam-truoc-196250305124923004.htm
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